A continuación cuelgo los videos correspondientes a una entrevista realizada por la cadena intereconomía a la profesora Natalia López Moratalla.
Resulta de una claridad espectacular y arroja mucha luz acerca del verdadero diálogo madre e hijo que se produce desde el primer día de gestación.
Para leer al informe completo que dió lugar a esta entrevista, acceder al siguiente enlace:
http://www.tecnun.es/fileadmin/eventos/doc/160309.pdf
El "diálogo molecular" entre madre e hijo desde el momento de la fecundación, y cómo se forma el "cerebro maternal"
El cerebro de la mujer embarazada libera la hormona de la confianza y desactiva la del estrés
- La Universidad de Navarra divulga últimos avances científicos publicados sobre embriología y neurobiología del vínculo afectivo en la gestación
El proceso biológico natural del embarazo reduce el estrés en la mujer, al desactivar la hormona cortisol, y aumenta la confianza, al liberar oxitocina. Esta transformación se suma a otros cambios hormonales del cerebro de la mujer a partir del día 15 cuando, implantado en el útero, el embrión se comunica con los tejidos de la madre. Estas explicaciones aparecen en el Informe científico sobre la comunicación materno-filial en el embarazo: células madre y vínculo de apego en el cerebro de la mujer.
Este documento de la Universidad de Navarra es resultado del trabajo de expertos en Biología Molecular, Neurobiología, Neuroimagen, Psiquiatría, Sociología y Comunicación. La dirección ha corrido a cargo de Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica. En 18 páginas se explican los momentos decisivos en el cerebro de la mujer embarazada. El documento ofrece una lectura divulgativa con referencias a los últimos avances publicados en Nature, Science, Cell, PNAS, TRENDS in Neurosciences, etc.
Se incluyen nuevos conocimientos científicos que están revolucionando el paradigma de la Embriología, por ejemplo, al observarse la asimetría de la primera célula del embrión, el cigoto. Una división asimétrica el día 1 genera el eje dorsal-ventral en el embrión bicelular. Este eje, junto con el rostral-caudal (rostro-cola) y el derecho-izquierdo dan lugar a la forma corporal. En este sentido, guardamos memoria de nuestro primer día, tal y como se publicó en Nature.
La Dra. López Moratalla explica que, aunque el embrión resulta extraño a la madre, la atmósfera de tolerancia inmunológica creada en el diálogo molecular hace que la mujer perciba al embrión como algo no propio y, sin embargo, sin señales de peligro que activarían las defensas. Esta tolerancia se inicia a petición del embrión, a través de una red de sustancias que liberan y desactivan todas las células maternas que generarían el natural rechazo hacia lo extraño: las células denominadas asesinas naturales (NK o natural killers); los linfocitos T, tóxicos para las células extrañas; y los linfocitos B, que producen los anticuerpos de rechazo.
Células del feto en órganos de la madre
Otra novedad es el denominado microquimerismo, por el que los órganos de la madre contienen células procedentes del feto que ha gestado (de 2 a 6 células por mililitro). Estas células tienen gran capacidad para regenerar y rejuvenecer el cuerpo de la mujer. Se han encontrado células de feto varón convertidas en cardiomiocitos de la madre. Técnicamente, es fácil advertir este fenómeno al identificar en la mujer el cromosoma Y, exclusivo del varón. Además, existen datos de la participación de esas células, por ejemplo, en la reparación del corazón de madres con cardiopatías.
El informe de la Universidad de Navarra resume avances científicos relevantes, desconocidos para muchos investigadores no especializados y para la ciudadanía. Se expone de forma cronológica la evolución de las células madre: embrión tricelular (día 2), embrión con células madre pluripotenciales de las que derivan los más de 200 tipos de células maduras del cuerpo humano (día 5), inicio de la formación del sistema nervioso y el esbozo cardiaco (día 16), comienzo de la circulación sanguínea propia del embrión (día 20), el primer latido (día 21), etc.
viernes, 22 de mayo de 2009
jueves, 21 de mayo de 2009
Video: Resumen de la jornada realizada el 7 de marzo de 2009
Jornada sobre "La protección y defensa de la vida humana antes del nacimiento"
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cultura de la vida,
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miércoles, 20 de mayo de 2009
Aído: “Un feto de 13 semanas es un ser vivo pero no es un ser humano”; la ciencia lo desmiente
(Extraido de un artículo publicado en forumlibertas el 20 de mayo de 2.009)
La ministra de Igualdad Bibiana Aído afirmó ayer martes, 19 de mayo, que “no hay evidencia científica” para decir o no decir que un feto de 13 semanas es humano. La ministra realizó esta puntualización después de haber manifestado que “un feto de 13 semanas no es un ser humano sino un ser vivo”.
“No hay evidencia científica para decir que es un ser humano ni para no decirlo y me baso en el manifiesto que han elaborado los científicos”, aclaró la ministra que hizo referencia al texto titulado ‘En contra de la utilización ideológica de los hechos científicos’, un contramanifiesto a la Declaración de Madrid.
Ecografía de un feto de 13 semanas.
El texto afirma que “el momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico puede clarificar características funcionales determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos desarrollados de la especie humana [...] Esto entra en el ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas”.
El presidente de Uruguay, el médico Tabaré Vázquez, afirmó el pasado 14 de noviembre de 2008 en el discurso oficial que realizó en el congreso de los diputados para vetar la propuesta de ley sobre el aborto que “la legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia”.
Vázquez constató que “la biología ha evolucionado mucho” y añadió que “los descubrimientos revolucionarios, como la fecundación in Vitro y el ADN con la secuenciación del genoma humano, dejan en evidencia que desde el momento de la concepción hay allí una vida humana nueva, un nuevo ser”.
“Tanto es así que en los modernos sistemas jurídicos -incluido el nuestro- el ADN se ha transformado en la ‘prueba reina’ para determinar la identidad de las personas, independientemente de su edad, e incluso, en hipótesis de devastación, o sea, cuando prácticamente ya no queda nada del ser humano, aun luego de mucho tiempo”, afirmó en su discurso el presidente de Uruguay.
El ADN, prueba irrefutable de vida humana
Desde un punto de vista evolucionista una especie se define genéticamente a través de su ADN que representa la radiografía identitaria del ser. Este aspecto es inapelable a la hora de definir qué es una especie y qué pertenece a ella. La pregunta que cabe hacerse en relación a las palabras de Aído es: si cogemos el ADN de un feto de apenas unos días de una especie cualquiera y lo comparamos con el de un ser vivo maduro de la misma especie ¿qué diferencias observaremos?, es evidente que ninguna.
Los seres vivos mantienen su identidad genética toda la vida, desde la fecundación hasta la muerte por lo que resulta falso afirmar que un ser vivo de una especie no es ya esa especie aunque exista en condición de feto.
El Tribunal Constitucional también contradice a Aido
Por otro lado, la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) de 1985 recuerda que el artículo 15 de la Constitución establece que “todos tienen derecho a la vida” y precisa “que la vida humana es un devenir, un proceso que comienza en la gestación, en el curso de la cual una realidad biológica va tomando corpórea y sensitivamente configuración humana, y que termina en la muerte; es un continuo sometido por efectos del tiempo a cambios cualitativos de naturaleza somática y psíquica que tienen un reflejo en el status jurídico público y privado del sujeto vital”.
Al mismo tiempo, la sentencia del TC recuerda que “la gestación ha generado un tertium existencialmente distinto de la madre, aunque alojado en el seno de ésta”.
La ministra de Igualdad Bibiana Aído afirmó ayer martes, 19 de mayo, que “no hay evidencia científica” para decir o no decir que un feto de 13 semanas es humano. La ministra realizó esta puntualización después de haber manifestado que “un feto de 13 semanas no es un ser humano sino un ser vivo”.
“No hay evidencia científica para decir que es un ser humano ni para no decirlo y me baso en el manifiesto que han elaborado los científicos”, aclaró la ministra que hizo referencia al texto titulado ‘En contra de la utilización ideológica de los hechos científicos’, un contramanifiesto a la Declaración de Madrid.
Ecografía de un feto de 13 semanas.
El texto afirma que “el momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico puede clarificar características funcionales determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos desarrollados de la especie humana [...] Esto entra en el ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas”.
El presidente de Uruguay, el médico Tabaré Vázquez, afirmó el pasado 14 de noviembre de 2008 en el discurso oficial que realizó en el congreso de los diputados para vetar la propuesta de ley sobre el aborto que “la legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia”.
Vázquez constató que “la biología ha evolucionado mucho” y añadió que “los descubrimientos revolucionarios, como la fecundación in Vitro y el ADN con la secuenciación del genoma humano, dejan en evidencia que desde el momento de la concepción hay allí una vida humana nueva, un nuevo ser”.
“Tanto es así que en los modernos sistemas jurídicos -incluido el nuestro- el ADN se ha transformado en la ‘prueba reina’ para determinar la identidad de las personas, independientemente de su edad, e incluso, en hipótesis de devastación, o sea, cuando prácticamente ya no queda nada del ser humano, aun luego de mucho tiempo”, afirmó en su discurso el presidente de Uruguay.
El ADN, prueba irrefutable de vida humana
Desde un punto de vista evolucionista una especie se define genéticamente a través de su ADN que representa la radiografía identitaria del ser. Este aspecto es inapelable a la hora de definir qué es una especie y qué pertenece a ella. La pregunta que cabe hacerse en relación a las palabras de Aído es: si cogemos el ADN de un feto de apenas unos días de una especie cualquiera y lo comparamos con el de un ser vivo maduro de la misma especie ¿qué diferencias observaremos?, es evidente que ninguna.
Los seres vivos mantienen su identidad genética toda la vida, desde la fecundación hasta la muerte por lo que resulta falso afirmar que un ser vivo de una especie no es ya esa especie aunque exista en condición de feto.
El Tribunal Constitucional también contradice a Aido
Por otro lado, la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) de 1985 recuerda que el artículo 15 de la Constitución establece que “todos tienen derecho a la vida” y precisa “que la vida humana es un devenir, un proceso que comienza en la gestación, en el curso de la cual una realidad biológica va tomando corpórea y sensitivamente configuración humana, y que termina en la muerte; es un continuo sometido por efectos del tiempo a cambios cualitativos de naturaleza somática y psíquica que tienen un reflejo en el status jurídico público y privado del sujeto vital”.
Al mismo tiempo, la sentencia del TC recuerda que “la gestación ha generado un tertium existencialmente distinto de la madre, aunque alojado en el seno de ésta”.
jueves, 14 de mayo de 2009
La píldora postcoital.
La asociación E-Cristians ha emitido una declaración sobre la decisión del gobierno de dispensar la píldora postcoital en las farmacias sin receta médica y sin límite edad para adquirirla.
La asociación considera que la medida es “de dudosa legalidad” ya que contradice dos sentencias, una del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo nº5 (24/2003, 4 de febrero) y la otra de la Audiencia Nacional (8 de octubre de 2003). Ambas establecen que no se puede administrar este tipo de píldora a menores de edad y a la vez que debe ser autorizada por un facultativo por medio de una receta.
Asimismo, E-Cristians explica que las farmacias “no pueden ejercer el control de un medicamento calificado de uso extraordinario y con numerosas contraindicaciones” y que, sin embargo, ahora podrá ser comercializado como “gominolas”. Además, incide en que los productos antibióticos de uso generalizado exigen receta porque se duda de su correcta utilización, y que resulta “irracional” afirmar que este problema no se producirá “con una medicina dirigida especialmente a jóvenes y adolescentes en una situación de tensión”.
“La literatura científica en torno al tema y las propias empresas fabricantes han dejado bien establecido que no se conocen efectos perniciosos de su uso de manera reiterada y a largo plazo”, afirman, por lo que consideran que “poner en manos de la población un producto de esta clase sin receta es situar en condiciones de riesgo a muchas chicas”.
La asociación dirigida por Josep Miró i Ardèvol, advierte de que a pesar de que desde el 2004 viene dispensándose de manera gratuita y “masiva”, “los abortos entre las menores de 19 años se han disparado”. “Solo en Cataluña se han dispensado 600.000 unidades que no han conseguido otra cosa que hacer incrementar el número de abortos. Presentar este fracaso como una solución es ignorar la realidad”, concluyen.
La declaración constata que la píldora postcoital “tiene una función abortiva cuando impide que el óvulo fecundado quede fijado al útero”, por lo que “puede ser por tanto un aborto en el inicio de la gestación”.
Las farmacias también objetan
El coordinador general de la Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia, José Antonio Díez, recuerda que el derecho del farmacéutico a objetar “prevalece” al deseo del usuario de adquirir la píldora postcoital en una farmacia ya que “en el catálogo de la Agencia Española de Medicamentos la píldora no consta como un medicamento de urgencia”.
Asimismo, Díez ha recordado que contra la tesis del Gobierno y de los defensores de la píldora del día después “en la sentencia que emitió el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía no se recoge en ningún momento el que el farmacéutico que objete motivos éticos, morales o religiosos para no dispensar la píldora, tenga la obligación de que en su establecimiento otro compañero del ramo la dispense”.
“El farmacéutico que objeta ni tiene la obligación de dispensar la píldora ni tampoco de remitir a este usuario a otro farmacéutico, ya que el deber recae en la Administración no en el farmacéutico”, concluye Díez.
La píldora puede causar problemas cardiovasculares
Por otro lado, el jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, Manuel Macía, ha advertido que “como cualquier anticonceptivo oral” consumido de forma habitual, puede influir en la coagulación, aumentando el riesgo de trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar, derrame cerebral, así como infarto de miocardio.
El problema, según el experto, es que como hasta ahora se dispensaba con control médico se podía alertar a aquellas pacientes con más riesgo, tales como las que tienen antecedentes de enfermedades cardiovasculares, tendencia familiar a formar coágulos de sangre, fumadoras, obesas o con hipercolesterolemia. Sin embargo, “ahora se podrá hacer sin supervisión y el riesgo de problemas cardiovasculares será mayor”.
miércoles, 13 de mayo de 2009
El aborto debilita los derechos de la mujer
Transcribo literalmente el artículo publicado por el autor, por su interés
El aborto debilita los derechos de la mujer
Autor: Jesús Javier Sánchez Barricarte
Publicada en el periódico ABC el 12-5-2009.
PARA solucionar correctamente un problema es imprescindible analizarlo desde todas las perspectivas posibles y, sin duda, en el asunto del aborto hay aspectos que permanecen ocultos para la mayor parte de la población. Que nadie se equivoque: el debate actual sobre el aborto no está en aclarar si el feto es o no un ser humano, sino en si ha de prevalecer el derecho de las mujeres a abortar sobre el de sus hijos a nacer y vivir. Cuando se ven imágenes de niños despedazados por un aborto se tienen muy pocas dudas de que con una, eufemísticamente denominada, «interrupción voluntaria del embarazo» no se interrumpe momentáneamente nada sino que se termina definitivamente con la vida de un miembro de la especie humana.
La incidencia del aborto entre las mujeres inmigrantes es cinco veces mayor que entre las españolas. La estrecha relación entre la incidencia del aborto y el grado de vulnerabilidad económica y social de las mujeres extranjeras no sólo se manifiesta en sus mayores tasas de aborto sino también en los más altos niveles de violencia machista (seis veces superiores al de las españolas). Socialmente resulta mucho más barato financiar un aborto a una mujer en dificultades que apoyarle con ayudas que le permitan tomar una decisión verdaderamente libre sobre su maternidad. No hay libertad cuando no hay opción de elegir. En apariencia las leyes del aborto dan más autonomía reproductiva a las mujeres, pero en el fondo son el mecanismo más barato, insolidario y atentador contra su libertad.
Si lo que se quiere es dar absoluta libertad para que las mujeres puedan decidir plenamente sobre su maternidad, ¿por qué se proponen leyes que limitan el derecho al aborto hasta un determinado período de gestación y no se permite, por ejemplo, que una mujer pueda «interrumpir su maternidad» hasta pasadas unas semanas después del nacimiento? La hipocresía que rezuman las sociedades occidentales es de tal grado que existen países donde es legal poder abortar a un niño hasta el mismo momento antes de nacer utilizando, por ejemplo, la técnica del aborto por nacimiento parcial. Ésta consiste en extraer al niño no nacido por los pies fuera del vientre materno y, mientras la cabeza aún se encuentra en el útero (con lo que, por tanto, aún «no ha nacido» técnicamente), el médico le realiza una incisión en la nuca y, con una aspiradora, extrae la masa cerebral provocándole la muerte. Resulta estremecedor, pero ocurre.
La doble moral aplicada es tan llamativa que en algunos países se considera maltrato infantil que un padre propine una bofetada a su hijo y, sin embargo, se permite dejar morir a los fetos que sobreviven a un intento de aborto. En el Reino Unido, 66 niños sobrevivieron a un intento de aborto durante el año 2005. A los que nacen vivos en estas circunstancias no se les atiende médicamente y se les deja agonizar (a veces durante horas) hasta que mueren. En el año 2007, se abortaron en España 2.164 fetos con 21 ó más semanas de gestación, aunque el Gobierno no informa de cuántos llegaron a nacer vivos.
Una estrategia típica del proabortismo es sacar a la luz situaciones trágicas pero excepcionales con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de una legislación que permita el aborto. La realidad es que estos casos son puntuales. En España, en el año 2007, de las de 112.138 mujeres que abortaron, tan sólo 10 (sí, lee usted bien, sólo 10) alegaron que habían sido violadas. Por otra parte, los sistemas sanitarios de los países occidentales son tan avanzados que los casos en que el embarazo supone un peligro real para la vida de la madre son muy raros. Por ejemplo, si en España sólo se permitiera el aborto a las mujeres violadas o a las que su vida corriera realmente peligro, las tasas se reducirían en más de un 99 por ciento.
¿Sabían ustedes que son muchísimas más las mujeres que fallecen como consecuencia de las complicaciones médicas que generan los 27 millones de abortos «legales» que se practican en el mundo todos los años, que las embarazadas que mueren porque en sus países no se les permite abortar? Según datos de Naciones Unidas, el 99,5 por ciento de la población mundial vive en países donde las mujeres pueden terminar con el embarazo legalmente si corren realmente peligro sus vidas.
Muchas organizaciones internacionales, incluida la ONU, llevan empeñadas muchos años en transmitir la idea de que la provisión de servicios abortivos es una medida eficaz para reducir la mortalidad materna (la que ocurre entre las mujeres como consecuencia del embarazo) en los países en vías de desarrollo. Las estadísticas más recientes muestran que, de las muertes maternas que se producen en África, no llega al 4 por ciento las que se deben a un aborto ilegal. Este porcentaje no llega al 6 por ciento en Asia. La inmensa mayoría de las muertes maternas se debe a razones como las hemorragias postparto, infecciones, malaria y anemia. Sin embargo, se utiliza la mortalidad materna como excusa para promocionar costosas campañas mediáticas internacionales favorables al aborto.
Lo que nunca hacen las organizaciones pro abortistas ni los gobiernos es sacar a la luz la vasta literatura científica que detalla las muy frecuentes dificultades que tienen que encarar las mujeres que abortan y que limitan su calidad de vida posterior: problemas psicológicos y psiquiátricos (estrés postraumático, suicidios), futuros partos prematuros, más casos de embarazos ectópicos y de cáncer de pecho, etc.
La mayor parte de las feministas consideran que las leyes del aborto mejoran la situación de la mujer en la sociedad. Sin embargo, los datos estadísticos nos dicen otra cosa muy distinta. Dadas las facilidades de los modernos sistemas que permiten conocer el sexo de los fetos, no es casualidad que la mayoría de abortos en el mundo sean de niñas y no de niños. En muchas sociedades se prefieren los hijos varones a las féminas. Antes era común el infanticidio femenino en sociedades orientales, ahora no es necesario esperar a que nazca una niña para matarla, se la elimina antes de nacer. Algunas estimaciones de Naciones Unidas calculan que en Asia faltan entre 100 y 200 millones de mujeres. En los últimos 20 años se han abortado en China unos 30 millones de niñas por razón de su sexo y más de 10 millones en India. En muchos países asiáticos, el vientre de muchas madres se ha convertido en las tumbas de sus hijas. El aborto selectivo según el sexo no es algo exclusivo de lejanos países orientales. En varias comunidades de inmigrantes asiáticos residentes en Canadá, Inglaterra y EE.UU. se sabe que miles de niñas ya han sido abortadas por el simple hecho de ser del sexo no deseado por sus padres.
Frente a este «feminicidio», las organizaciones pro abortistas y los partidos políticos «progresistas» guardan un irresponsable y cómplice silencio porque saben que no pueden defender que el derecho al aborto es bueno para las mujeres occidentales y malo para las orientales. Ninguna de esas organizaciones se manifiesta contra el mecanismo más agresivo y violento y que más muertes de mujeres se cobra cada año en el mundo: el aborto procurado. ¿Con qué argumentos éticos podemos los occidentales pedir a las sociedades asiáticas que no aborten a sus hijas si nosotros permitimos que una mujer aborte por cualquier motivo en los primeros meses de gestación?
Las consecuencias sociológicas y demográficas del desequilibrio de sexos son muy graves. Decenas de millones de hombres (los más pobres) no podrán encontrar pareja. Las profesoras V. Hudson y A. Boer, en un estudio doblemente premiado sobre las implicaciones del excedente de varones, señalan que éste genera más violencia contra las mujeres. China tiene la mayor tasa de suicidio femenino del mundo y, además, es el único país donde la tasa de suicidio entre las mujeres es superior a la de los hombres. El estatus de las mujeres se rebaja cuando éstas escasean ya que los hombres tienden a controlarlas más. En India y China ya existe un floreciente tráfico de mujeres que satisface los deseos de hombres solteros dispuestos a pagar para casarse. Muchas jóvenes son compradas y secuestras en lugares rurales y deprimidos para ser vendidas a hombres adinerados. En definitiva, lo que nos dicen los datos es que el aborto no sólo no libera a las mujeres sino que, además, acentúa y perpetúa la dominación machista.
Profesor Titular de Sociología
Universidad Carlos III de Madrid
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