jueves, 27 de noviembre de 2008
Que alguien diga algo.
Entrada de Joan Carreras en la web familia en construcción
http://familiaenconstruccion.com/articulos_ver.php?titulo_art=¡Que%20alguien%20diga%20algo!
Los tiempos han cambiado. Antes cualquiera se podía escudar en la consabida frase "que alguien haga algo" o "que alguien diga algo", porque siempre había alguien, es decir, una autoridad legítimamente consituida, que hacía o decía algo en defensa de la legalidad y del orden. Eran tiempos en los que existía una autoridad cuyo fin era la búsqueda del bien común. En lo temporal esa autoridad era el Estado. En lo espiritual, la Iglesia. Ambas iban más o menos de acuerdo en lo fundamental: en que las cosas son como son y no como nos gustaría a nosotros. Por eso, ellos, es decir, las autoridades, estaban dispuestas a decir como son las cosas y a decirlo con autoridad.
Los tiempos han cambiado. Ahora ya no existe acuerdo. Las cosas no serían "como son", sino "como queremos que sean". La realidad la construíría cada comunidad a su antojo y no deberíamos esperar en una autoridad que nos diga lo que está bien y lo que está mal porque sí. Eso sería fundamentalismo. La autoridad a lo sumo nos podría decir cuáles son los valores que están en alza, lo que se lleva, lo que está de moda, lo políticamente correcto. En teoría, debería ser la gente la que marcara el camino. Quien está en el poder no haría otra cosa que escrutar el horizonte de las opiniones generales.
En teoría, deberían coexistir bajo un mismo techo constitucional maneras diferentes de concebir la realidad. Porque en definitiva -siempre desde este nuevo punto de vista- la autoridad no tendría que decir cómo son las cosas sino tutelar las cosmovisiones de cada grupo, sin importar que sea minoritario. Por esa razón, la frase "Que alguien diga algo" no tendría sentido. Nadie te dirá lo que es justo o verdadero. O sea, que si no lo dices tú, no esperes que nadie lo diga por ti.
En la práctica, el cambio de perspectiva es demasiado radical y son pocos los que están verdaderamente dispuestos a aceptar las reglas del juego. Unos porque -con toda razón- sostienen todavía que las cosas son como son. Otros, porque piensan que las cosas son "como queremos que sean", pero siempre como queremos nosotros y ese nosotros se contrapone siempre a un vosotros ninguneado. Sustituyendo el valor referencial de la verdad por el de la ideología, siempre hay quienes pagan el pato de ese autoritarismo.
Conclusión: no esperes que alguien diga algo. Dilo tú.
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domingo, 23 de noviembre de 2008
La abolición del aborto como progreso de los derechos humanos
MADRID, sábado, 22 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Publicamos la ponencia presentada ante el Congreso Católicos y Vida Pública por Mercedes Aroz, una de las fundadoras del Partido Socialista de Cataluña.
En las elecciones generales de 2004, Aroz fue la senadora elegida con más votos, el 53% largo de los emitidos en su circunscripción, la provincia de Barcelona.En noviembre de 2007, ha abandonado el escaño de senadora, tras anunciar su conversión al catolicismo.
Quiero agradecer en primer lugar a los organizadores del Congreso, y en particular a D. Alfredo Dagnino y a D. José Francisco Serrano, la invitación a participar en este importante Congreso Católicos y Vida Pública, un referente fuerte dentro del catolicismo en España, desde el que se trabaja para hacer resurgir la presencia del hecho cristiano en nuestra sociedad.
1. Necesidad de reflexionar sobre la tarea de los cristianos en el mundo de hoy desde la prioridad de dar a conocer a Cristo
La reflexión en la presente edición se centra en la encíclica de Benedicto XVI, Spe Salvi, y en cómo llevar la esperanza y los valores cristianos al conjunto de la sociedad española en un momento, sin duda, crítico en el que se está configurando un nuevo modelo de sociedad.
Todo ello se enmarca a mi juicio en una cuestión central que es la necesidad de reflexionar profundamente sobre la tarea de los cristianos en el mundo de hoy, con la prioridad de dar a conocer a Cristo. Porque conocer a Cristo significa comprender el sentido de la propia vida y la propia identidad, y recibir una auténtica esperanza. La esperanza proviene, como nos dice Benedicto XVI, de conocer a Dios que nos ha mostrado su rostro en Cristo. La fe es esperanza pues por ella sabemos que tenemos un futuro: que nuestra vida no acaba en el vacío, que empieza y acaba en Dios.
2. ¿Cómo llevar la esperanza cristiana a todos?
Y la cuestión que se nos plantea es cómo llevar la esperanza a los que no la tienen y mostrar asimismo que la esperanza en una sociedad mejor no es una verdadera esperanza personal. Centrar las esperanzas sólo en el progreso material lleva a la larga o a la corta a la insatisfacción y, por otro lado, si el progreso técnico no se corresponde con un progreso en la formación ética de la persona no es un progreso sino una amenaza para el hombre y para el universo (SS 22).
Nos dice Benedicto XVI que de nuestro obrar cuando colaboramos para que el mundo sea más luminoso y humano surge esperanza para nosotros y para los demás, pero, con todo, lo más importante es llevar la luz de Cristo y su Evangelio, con hechos y palabras, a toda la sociedad, que hoy necesita el testimonio de los cristianos. Y considero que un compromiso serio en el anuncio del Evangelio precisa de un diagnóstico profundo de los desafíos reales que se plantean en la cultura contemporánea.
3. El anuncio del Evangelio requiere un diagnóstico profundo de los desafíos reales que hay que afrontar en la cultura contemporánea
La sociedad española es hoy una sociedad secularizada de forma similar al resto de la Europa Occidental en la que Dios ya no es el referente global con el que todo se articula, como bien describe el profesor Estrada en su libro El cristianismo en una sociedad laica , en el que también ofrece importantes reflexiones de futuro. Ha surgido un nuevo estilo de vida, de base profana, una nueva cultura en la que el núcleo es la ciencia y la técnica, y el pensamiento post-moderno se caracteriza por el escepticismo, el relativismo y el rechazo a conceptos fuertes como la verdad y el sentido, pues lo que determina la post-modernidad es la pérdida de referencias últimas. Esta pérdida de referencias ha conducido a una crisis de valores morales, a una pérdida de orientación personal y al malestar cultural existente.
Pero también hay aspectos positivos en la situación española pues el catolicismo sigue siendo relativamente mayoritario y subsiste la cultura de trasfondo católico. Hay, por tanto, condiciones favorables para que de nuevo germine el cristianismo. No se trata de que la religión perviva como mero hecho cultural, sino de hacerla resurgir como fe personal - que lleve al creyente a un compromiso real y a una experiencia profunda de la fe cristiana -, y en cuanto a la sociedad se trata de recuperar valores que elevan la dignidad del ser humano.
4. El cristianismo al encuentro del hombre de hoy
No es cuestión en mi opinión de mirar hacia el pasado sino de asimilar ampliamente y con profundidad los cambios, en particular el hecho de vivir en una sociedad secularizada, y en esta situación histórica responder a los retos que se plantean. Y el más urgente e importante hoy es, sin duda, contribuir a través del diálogo con la sociedad a construir unos valores comunes, una ética compartida, que contenga los valores fundamentales del hombre y que permita articular una convivencia integradora.
Creo que está por hacer en el ámbito cristiano el análisis de la sociedad en la que vivimos y el papel del cristianismo en ella, la reflexión sobre la relación entre cristianismo y sociedad pluralista, y el fomentar intensamente el diálogo con la cultura actual. Hay que configurar el modo de anunciar el mensaje cristiano y de proponer valores en una forma en la que pueda haber diálogo y que resulte comprensible para todos los ciudadanos. Para que los valores cristianos puedan ser asumidos por personas que no son cristianas, desde la convergencia entre fe y razón que pretende el cristianismo, es preciso utilizar argumentos convincentes para todos, mostrar la razonabilidad de nuestras posiciones y buscar puntos de encuentro. Y, posiblemente el punto de encuentro sea la vinculación de los valores cristianos con los derechos humanos - la vertiente secular de la dignidad de la persona que defiende el cristianismo -, la única referencia objetiva que puede ser asumida por todos los ciudadanos.
5. El reto de la abolición del aborto como progreso de los derechos humanos
Y en este sentido, éste puede ser el camino para hacer avanzar en la sociedad española una posición mayoritaria favorable a la abolición del aborto, como hoy existe respecto a la abolición de la pena de muerte en el mundo , abolida en España en 1983. Hay que plantear la abolición del aborto como lo que es: un objetivo progresista, de avance de la civilización, pues el reconocimiento jurídico de los derechos humanos y su ampliación es fruto del progreso del ser humano en la comprensión de su realidad y de su dignidad como persona. Y, hoy que conocemos por la ciencia que la realidad del ser humano existe desde su concepción, esto nos interpela desde el punto de vista de los derechos humanos para hacer extensivo el derecho a la vida reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos al primer estadio de la vida del hombre. Por tanto, el objetivo ha de ser ambicioso. No está sólo en evitar una nueva ley en el sentido que se dice, sino en convencer con argumentos a la mayoría de los ciudadanos y apoyados en la ciencia de que el aborto se opone a los derechos humanos y es impropio de una sociedad civilizada, y que esto ha de tener una plasmación jurídica en el medio plazo. De la misma manera que frente a los argumentos a favor de la pena de muerte en graves delitos prevaleció el respeto al derecho a la vida, hay que lograr que este derecho del hombre sea reconocido desde su concepción y hasta su muerte. Este objetivo ha de ir acompañado de una mayor protección a la maternidad y de la prevención del embarazo adolescente mediante la formación.
6. Resituar el debate sobre la laicidad: diferenciar "laicidad estatal" y "laicidad de la sociedad". La laicidad en la sociedad pluralista
Abordaré ahora el importante debate en el que estamos inmersos sobre el concepto de laicidad. Y sobre ello, es esclarecedor el libro del Cardenal Scola, Una nueva laicidad, que lleva a la necesidad de resituar el debate incorporando la distinción entre "laicidad del Estado" y "laicidad de la sociedad", y la necesidad de definir entre todos que se entiende por laicidad en una sociedad pluralista.
El Estado ha de ser laico, esto significa que no es confesional e implica una neutralidad ideológica, pero al mismo tiempo no puede ser indiferente a la realidad social. La "sociedad laica", sin embargo, no lo es propiamente pues en ella se expresan los valores de los no-creyentes y de los creyentes, y una cuestión fundamental para la cohesión social es cómo se articulan esos diferentes valores. Lo que el poder político no puede hacer es imponer una ideología en la sociedad civil pues tanto la propia laicidad del Estado como la libertad religiosa y el respeto a la libertad de conciencia no lo permiten. En una sociedad democrática son las personas y los grupos los que tienen el papel de hacer aportaciones - a nivel cultural, espiritual, ético - y crear opinión en el marco de la libre expresión. Al poder político le corresponde respetar y garantizar esta actividad que expresa la realidad social y sin la que no puede existir una sociedad libre ni una ciudadanía responsable.
En este punto, hay que llamar la atención precisamente sobre la dificultad de debatir en España cuestiones de tipo ético lo que supone un serio déficit democrático, que es preciso corregir.
Otro aspecto a tener muy presente en la laicidad es que este ámbito abarca hoy un conjunto articulado de temas, y no únicamente la problemática de la relación Iglesia-Estado. Los temas son conocidos: matrimonio-familia, biotecnología, interculturalidad, inter-religiosidad, siendo las cuestiones más graves las que afectan a la visión del hombre. Por todo ello, es fundamental situar adecuadamente este debate y contribuir desde el cristianismo a construir un futuro ético y una convivencia integradora.
7. Anunciar a Cristo nuestra prioridad
No quiero acabar sin referirme a la situación que genera la crisis económica: paro y aumento de la pobreza. Algo que nos llama a estar muy atentos para hacer efectiva la solidaridad necesaria, apoyando particularmente a Cáritas que está afrontando la situación.
Y finalizo, a modo de resumen, con unas palabras de Benedicto XVI en EEUU , que nos exhortan a seguir siendo fermento de esperanza evangélica en la sociedad, llevando la luz y la verdad del Evangelio a todos los hombres, y contribuyendo a crear un mundo cada vez más justo y más libre. Sin dejarnos vencer por el pesimismo o los problemas. Y, sabiendo que sólo si nos mantenemos unidos a Cristo nuestro testimonio será creíble y dará frutos de paz y reconciliación en medio de una realidad - que como la nuestra -, muchas veces está marcada por divisiones y enfrentamientos.
En las elecciones generales de 2004, Aroz fue la senadora elegida con más votos, el 53% largo de los emitidos en su circunscripción, la provincia de Barcelona.En noviembre de 2007, ha abandonado el escaño de senadora, tras anunciar su conversión al catolicismo.
Quiero agradecer en primer lugar a los organizadores del Congreso, y en particular a D. Alfredo Dagnino y a D. José Francisco Serrano, la invitación a participar en este importante Congreso Católicos y Vida Pública, un referente fuerte dentro del catolicismo en España, desde el que se trabaja para hacer resurgir la presencia del hecho cristiano en nuestra sociedad.
1. Necesidad de reflexionar sobre la tarea de los cristianos en el mundo de hoy desde la prioridad de dar a conocer a Cristo
La reflexión en la presente edición se centra en la encíclica de Benedicto XVI, Spe Salvi, y en cómo llevar la esperanza y los valores cristianos al conjunto de la sociedad española en un momento, sin duda, crítico en el que se está configurando un nuevo modelo de sociedad.
Todo ello se enmarca a mi juicio en una cuestión central que es la necesidad de reflexionar profundamente sobre la tarea de los cristianos en el mundo de hoy, con la prioridad de dar a conocer a Cristo. Porque conocer a Cristo significa comprender el sentido de la propia vida y la propia identidad, y recibir una auténtica esperanza. La esperanza proviene, como nos dice Benedicto XVI, de conocer a Dios que nos ha mostrado su rostro en Cristo. La fe es esperanza pues por ella sabemos que tenemos un futuro: que nuestra vida no acaba en el vacío, que empieza y acaba en Dios.
2. ¿Cómo llevar la esperanza cristiana a todos?
Y la cuestión que se nos plantea es cómo llevar la esperanza a los que no la tienen y mostrar asimismo que la esperanza en una sociedad mejor no es una verdadera esperanza personal. Centrar las esperanzas sólo en el progreso material lleva a la larga o a la corta a la insatisfacción y, por otro lado, si el progreso técnico no se corresponde con un progreso en la formación ética de la persona no es un progreso sino una amenaza para el hombre y para el universo (SS 22).
Nos dice Benedicto XVI que de nuestro obrar cuando colaboramos para que el mundo sea más luminoso y humano surge esperanza para nosotros y para los demás, pero, con todo, lo más importante es llevar la luz de Cristo y su Evangelio, con hechos y palabras, a toda la sociedad, que hoy necesita el testimonio de los cristianos. Y considero que un compromiso serio en el anuncio del Evangelio precisa de un diagnóstico profundo de los desafíos reales que se plantean en la cultura contemporánea.
3. El anuncio del Evangelio requiere un diagnóstico profundo de los desafíos reales que hay que afrontar en la cultura contemporánea
La sociedad española es hoy una sociedad secularizada de forma similar al resto de la Europa Occidental en la que Dios ya no es el referente global con el que todo se articula, como bien describe el profesor Estrada en su libro El cristianismo en una sociedad laica , en el que también ofrece importantes reflexiones de futuro. Ha surgido un nuevo estilo de vida, de base profana, una nueva cultura en la que el núcleo es la ciencia y la técnica, y el pensamiento post-moderno se caracteriza por el escepticismo, el relativismo y el rechazo a conceptos fuertes como la verdad y el sentido, pues lo que determina la post-modernidad es la pérdida de referencias últimas. Esta pérdida de referencias ha conducido a una crisis de valores morales, a una pérdida de orientación personal y al malestar cultural existente.
Pero también hay aspectos positivos en la situación española pues el catolicismo sigue siendo relativamente mayoritario y subsiste la cultura de trasfondo católico. Hay, por tanto, condiciones favorables para que de nuevo germine el cristianismo. No se trata de que la religión perviva como mero hecho cultural, sino de hacerla resurgir como fe personal - que lleve al creyente a un compromiso real y a una experiencia profunda de la fe cristiana -, y en cuanto a la sociedad se trata de recuperar valores que elevan la dignidad del ser humano.
4. El cristianismo al encuentro del hombre de hoy
No es cuestión en mi opinión de mirar hacia el pasado sino de asimilar ampliamente y con profundidad los cambios, en particular el hecho de vivir en una sociedad secularizada, y en esta situación histórica responder a los retos que se plantean. Y el más urgente e importante hoy es, sin duda, contribuir a través del diálogo con la sociedad a construir unos valores comunes, una ética compartida, que contenga los valores fundamentales del hombre y que permita articular una convivencia integradora.
Creo que está por hacer en el ámbito cristiano el análisis de la sociedad en la que vivimos y el papel del cristianismo en ella, la reflexión sobre la relación entre cristianismo y sociedad pluralista, y el fomentar intensamente el diálogo con la cultura actual. Hay que configurar el modo de anunciar el mensaje cristiano y de proponer valores en una forma en la que pueda haber diálogo y que resulte comprensible para todos los ciudadanos. Para que los valores cristianos puedan ser asumidos por personas que no son cristianas, desde la convergencia entre fe y razón que pretende el cristianismo, es preciso utilizar argumentos convincentes para todos, mostrar la razonabilidad de nuestras posiciones y buscar puntos de encuentro. Y, posiblemente el punto de encuentro sea la vinculación de los valores cristianos con los derechos humanos - la vertiente secular de la dignidad de la persona que defiende el cristianismo -, la única referencia objetiva que puede ser asumida por todos los ciudadanos.
5. El reto de la abolición del aborto como progreso de los derechos humanos
Y en este sentido, éste puede ser el camino para hacer avanzar en la sociedad española una posición mayoritaria favorable a la abolición del aborto, como hoy existe respecto a la abolición de la pena de muerte en el mundo , abolida en España en 1983. Hay que plantear la abolición del aborto como lo que es: un objetivo progresista, de avance de la civilización, pues el reconocimiento jurídico de los derechos humanos y su ampliación es fruto del progreso del ser humano en la comprensión de su realidad y de su dignidad como persona. Y, hoy que conocemos por la ciencia que la realidad del ser humano existe desde su concepción, esto nos interpela desde el punto de vista de los derechos humanos para hacer extensivo el derecho a la vida reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos al primer estadio de la vida del hombre. Por tanto, el objetivo ha de ser ambicioso. No está sólo en evitar una nueva ley en el sentido que se dice, sino en convencer con argumentos a la mayoría de los ciudadanos y apoyados en la ciencia de que el aborto se opone a los derechos humanos y es impropio de una sociedad civilizada, y que esto ha de tener una plasmación jurídica en el medio plazo. De la misma manera que frente a los argumentos a favor de la pena de muerte en graves delitos prevaleció el respeto al derecho a la vida, hay que lograr que este derecho del hombre sea reconocido desde su concepción y hasta su muerte. Este objetivo ha de ir acompañado de una mayor protección a la maternidad y de la prevención del embarazo adolescente mediante la formación.
6. Resituar el debate sobre la laicidad: diferenciar "laicidad estatal" y "laicidad de la sociedad". La laicidad en la sociedad pluralista
Abordaré ahora el importante debate en el que estamos inmersos sobre el concepto de laicidad. Y sobre ello, es esclarecedor el libro del Cardenal Scola, Una nueva laicidad, que lleva a la necesidad de resituar el debate incorporando la distinción entre "laicidad del Estado" y "laicidad de la sociedad", y la necesidad de definir entre todos que se entiende por laicidad en una sociedad pluralista.
El Estado ha de ser laico, esto significa que no es confesional e implica una neutralidad ideológica, pero al mismo tiempo no puede ser indiferente a la realidad social. La "sociedad laica", sin embargo, no lo es propiamente pues en ella se expresan los valores de los no-creyentes y de los creyentes, y una cuestión fundamental para la cohesión social es cómo se articulan esos diferentes valores. Lo que el poder político no puede hacer es imponer una ideología en la sociedad civil pues tanto la propia laicidad del Estado como la libertad religiosa y el respeto a la libertad de conciencia no lo permiten. En una sociedad democrática son las personas y los grupos los que tienen el papel de hacer aportaciones - a nivel cultural, espiritual, ético - y crear opinión en el marco de la libre expresión. Al poder político le corresponde respetar y garantizar esta actividad que expresa la realidad social y sin la que no puede existir una sociedad libre ni una ciudadanía responsable.
En este punto, hay que llamar la atención precisamente sobre la dificultad de debatir en España cuestiones de tipo ético lo que supone un serio déficit democrático, que es preciso corregir.
Otro aspecto a tener muy presente en la laicidad es que este ámbito abarca hoy un conjunto articulado de temas, y no únicamente la problemática de la relación Iglesia-Estado. Los temas son conocidos: matrimonio-familia, biotecnología, interculturalidad, inter-religiosidad, siendo las cuestiones más graves las que afectan a la visión del hombre. Por todo ello, es fundamental situar adecuadamente este debate y contribuir desde el cristianismo a construir un futuro ético y una convivencia integradora.
7. Anunciar a Cristo nuestra prioridad
No quiero acabar sin referirme a la situación que genera la crisis económica: paro y aumento de la pobreza. Algo que nos llama a estar muy atentos para hacer efectiva la solidaridad necesaria, apoyando particularmente a Cáritas que está afrontando la situación.
Y finalizo, a modo de resumen, con unas palabras de Benedicto XVI en EEUU , que nos exhortan a seguir siendo fermento de esperanza evangélica en la sociedad, llevando la luz y la verdad del Evangelio a todos los hombres, y contribuyendo a crear un mundo cada vez más justo y más libre. Sin dejarnos vencer por el pesimismo o los problemas. Y, sabiendo que sólo si nos mantenemos unidos a Cristo nuestro testimonio será creíble y dará frutos de paz y reconciliación en medio de una realidad - que como la nuestra -, muchas veces está marcada por divisiones y enfrentamientos.
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Mercedes Aroz
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Los desafíos de la comunicación en nuestras sociedades
Publicado en ForumLibertas el 19 de noviembre de 2008.
Ante el Consejo Pontificio para los Laicos, Miró i Ardèvol urge a recuperar la unidad de significado entre emisor y receptor
En nuestras sociedad, cada vez resulta más difícil hallar la unidad de significado como consecuencia de la marginación de la verdad en la cultura postmoderna, y por tanto establecer comunicación entre emisor y receptor. Así lo ha señaló el presidente de E-Cristians, Josep Miró i Ardèvol en una ponencia sobre los desafíos de la comunicación para los laicos, que pronunció el viernes 14 de noviembre en Roma, durante la XXIII Asamblea del Consejo Pontificio para los Laicos.
Por su interés, reproducimos a continuación el contenido íntegro de la ponencia:
Podría empezar y terminar diciendo que la comunicación cristiana debe servir al mismo fin al que sirve la Iglesia, desde la especificidad de su ámbito, y este no es otro que alentar la experiencia de Dios. Porque la Iglesia existe en lo substancial para dar testimonio del Dios vivo. No existe para sí misma. Por consiguiente, carece de sentido la pregunta de qué Iglesia queremos, sino que la cuestión que ilumina es qué Iglesia quiere Dios. Y la respuesta sólo podemos hallarla en Jesucristo. ¿Y qué hizo Jesucristo? El Santo Padre nos dio la respuesta preciosa en su sencillez. Jesucristo vino a traernos a Dios. La comunicación cristiana es servidora también de esta misión.
La raíz latina de comunicar, comunicare, nos dice mucho del sentido del concepto. Significa compartir algo, poner en común. Comunicar está, por consiguiente, en la raíz del cristianismo, no sólo por su origen, digamos técnico, con los géneros de la predicación, de la epístola, sino por su sentido profundo. Dios se comunica con el hombre a través de los tiempos, y siendo Dios caridad, resulta entonces que comunicación y amor son, en su sentido profundo, inseparables. Es así desde el mismo Génesis. La Revelación es la Gran Comunicación, la Buena Nueva. Por tanto, comunicar para los cristianos debería ser, antes que nada, un acto de amor, de caridad. Éste es el principal y primer fundamento del que ya habla Santo Tomás en la Summa Teológica.
Si un hombre solo, el habitante de un desierto sin vida, grita con fuerza, ¿se habrá producido un acto de comunicación? No, claro está. Si no hay vida, si el otro no existe, no se da la comunicación, aquel compartir, que necesita de la existencia del prójimo. Y el cristiano sólo puede desear de este prójimo lo que quiere para si. De ahí que comunicar ha de ser un acto que procura el bien, promueve la verdad, persigue la justicia, busca la belleza, porque esto es lo que deseamos para nosotros. Este sería un segundo fundamento. Esta debería ser la pretensión cristiana.
Christifideles Laici señala, recordando la palabra del Concilio Vaticano II, la necesidad de cooperar en comunicar la palabra de Dios (33), una necesidad que se desprende de la nueva evangelización (34), basada en la búsqueda y la adhesión a Cristo (34), y de hacerlo por todo el mundo (35), “incluidos los que no creen en Cristo”. Al actuar de esta manera, persiguiendo su propio fin salvífico, no sólo comunica al hombre la vida divina sino que también difunde el reflejo de su luz sobre el universo, sana y eleva la dignidad humana, consolida la cohesión de la sociedad y llena de profundo sentido la actividad cotidiana de los hombres”(36). Dice Christifideles Laici, utilizando palabras de la Constitución Gaudium et Spes, “Es una definición completa de cuál debe ser la tarea de la comunicación cristiana: aportar luz, promover la dignidad, y la cohesión social, ser portadores de sentido, dirigido todo ello a la consecución del bien común” (42).
Para ello necesitamos ser libres. Libres para invocar el nombre del Señor (39), dice Christifideles Laici. Serlo por el marco jurídico que nos acoge; el estado de derecho, pero también libres de dependencias económicas, y servidumbres ideológicas que nos condicionen (39).
Como todo acto humano, la comunicación posee una técnica que debe ser conocida y bien aplicada. No basta con amar la belleza para hacer una buena escultura, se necesita dominar la técnica. “Competencia profesional, con honestidad humana, espíritu cristiano, como camino de la propia santificación” (43), nos reclama Christifideles Laici. Y esa técnica y competencia exige contemplar unos conceptos elementales de la comunicación, pero no por ello menos decisivos. Los resumo.
Todo proceso de comunicación exige un emisor que se dirige a un receptor, el prójimo, mediante un canal y un código determinado. Esos son los 4 conceptos básicos que exigen atención.
Como emisor es necesario definir con claridad cómo concretamos lo que de específico debe mostrar nuestro comunicar, en el marco de los criterios generales anunciados.
¿A qué receptor nos dirigimos? Ésta es otra exigencia elemental, porque de su clara identificación depende en buena medida el canal y el código de significados que utilicemos. Para una organización universal como la Iglesia, con un centro jerárquico, el Papa, claramente establecido, esta cuestión del receptor, exige la introducción de otro concepto determinante: la mediación. El Papa, la Iglesia, habla a todo hombre y a toda mujer, pero para que llegue con la eficacia que reclamaba Juan XXIII en Pacem in Terris, es necesario que además de la literalidad del mensaje, llegue su adaptación de acuerdo con el canal, y el código, es decir el tipo de signos y reglas que nos permiten decir algo que pueda ser bien comprendido. Mediar con fidelidad es clave en el proceso de comunicación de la Iglesia.
El canal, el medio que soporta la comunicación, condiciona el código que utilicemos. Un periódico en papel no puede tener el mismo enfoque que uno digital. La pregunta básica sobre el canal es a quién dirijo mi mensaje, quién es mi receptor, y el criterio de economía que preside la relación entre uno y otro.
Pero el receptor determina además el código, porque entre yo que comunico, y vosotros que recibís, debe existir una identidad de significado, sin el que la comunicación no es posible.
Y esto nos posiciona ante los grandes retos de la comunicación cristiana de hoy, que seguramente no son demasiado distintos de la comunicación a secas en términos de cultura humana. Se trata de la dificultad para hallar la unidad de significado, como consecuencia de la marginación de la verdad en la cultura postmoderna, que considera que verdad moral, y verdad teológica no pueden ser objeto de investigación sustantiva, relegándolas así a la más estricta intimidad, negándoles todo valor cívico en la vida pública.
El relativismo religioso, pero también, cultural y moral, conducen en el campo de la comunicación a dos resultados igualmente malos. Uno es el de la incomprensión o mala interpretación del mensaje, porque la marginación de lo verdadero acaba por hacerlo incomprensible.
El otro mal resultado se da cuando se aplica la ultra simplificación hasta alcanzar la caricatura de la realidad. Ya no importa describirla, sino que parezca fácil entenderla, aunque para ello la caricatura falte a la verdad.
Por estas razones, una de las tareas titánicas de la comunicación cristiana, es decir radicalmente humana, es la recuperación de la necesidad del sentido de la verdad. Hacer sentir la necesidad de lo verdadero para vivir con sentido. Y esto significa a su vez batallar con otra confusión, que entiende que lo auténtico sólo nace del impulso más primario del deseo.
Y esta necesidad conlleva una tarea estratégica. La cuestión de la verdad viene de la mano de la pérdida del hilo conductor de las fuentes de nuestra moral y religión. El hilo de Ariadna está roto. Si no lo recuperamos nuestras sociedades, especialmente en Europa y Norteamérica, vivirán fragmentadas en grupos que resultaran extranjeros unos de otros en el propio país. Extranjeros cuando no enemigos.
De ahí la importancia de dar la batalla del proyecto cultural, que significa la capacidad de modificar los actuales marcos referenciales; esto es, las formas de pensar comúnmente aceptadas a partir de las cuales las gentes forman criterio y emiten juicios. Esta es la gran tarea a la que puede servir la comunicación cristiana. Lo es, porque parte de estos marcos referenciales eliminan la idea de Dios, dificultan el desarrollo de la Fe, filtran o impiden la llegada con pleno sentido del hecho cristiano, y también, porque están destruyendo los fundamentos objetivos sobre los que se asienta la familia, la educación y la sociedad en gran parte del mundo.
Hay lugares del mundo donde la percepción de estos problemas es máxima y la perentoriedad de la respuesta clara. En otros lugares existe conciencia de la amenaza. Y aún quedan otros países, donde los problemas básicos se mueven en ámbitos de las estrictas necesidades vitales, de las grandes injusticias sociales y carencias materiales, que sitúan las cuestiones a las que me he referido en un plano secundario y lejano. Pero incluso en estas partes del mundo, el desafío llegará, y también porque en un mundo globalizado, la ruptura humana que entraña la injusticia social manifiesta, forma parte del mismo proyecto que conduce a la ruptura antropológica, y a la ruptura cultural.
La comunicación debe contribuir a todas estas misiones en todos los niveles. Para ello la Iglesia cuenta con la fuerza determinante del Espíritu Santo que inspira una realidad evidente: la de ser la única red presencial, viva, que alcanza a todo el mundo, la única organización con unidad de mensaje que puede llegar a la persona en los lugares más recónditos de la tierra. Es una ventaja extraordinaria y difícil de igualar, porque siempre el último canal del mensaje, el más humilde, es el más poderoso, sea este el simple boca a oreja, la reunión presencial, y de una manera especial, la reunión eucarística del domingo, que debería ser el lugar privilegiado para la comunicación transformada en comunión. Es vital mejorar este ámbito tan simple de la comunicación, que a causa de su sencillez, puede ser infravalorado. Pero en él está la clave. ¡Cuántas homilías que son monumentos de comunicación viva y actuante se hacen cada domingo en el mundo y llegan a millones de personas! Pero a la vez ¿cuántas tópicas, aburridas, al margen de los desafíos concretos, se dan, desperdiciando así la oportunidad ante otros tantos millones? Que la excelencia sea el común denominador de este ámbito es una tarea muy principal.
Esta presencia viva de la Iglesia tiene ahora un extraordinario aliado en Internet. La red virtual tiende a ser más potente si es expresión de una red presencial, y a su vez, refuerza a esta. Las posibilidades que ofrece son inmensas, como lo constatan excelentes experiencias. Es el caso de la RIAL, la Red Informática de la Iglesia en América Latina, que fue una precursora. Zenit y más recientemente H2O, son ejemplos actuales bien hechos. En otro ámbito, Catholic.net, y Forumlibertas.com, entre otras muchas realidades, son otros buenos ejemplos. Podría continuar con una larga enumeración porque lo católico posee un una gran presencia en Internet, fruto de su vivacidad en el mundo.
Pero más allá de lo que ya se hace, las posibilidades siguen siendo inmensas: la transmisión de radio y sobre todo de contenidos audiovisuales por Internet, la TV a través de ella, y el acceso a la red desde la pantalla de nuestro televisor, abren nuevas perspectivas, donde el acento se sitúa, cada vez más, en la bondad del contenido, más que en la titularidad del canal. Por eso podemos ser más libres y llegar directamente a más personas en el mundo. La explotación de las redes sociales, el potencial Wiki, el campo que ofrece la nueva generación de teléfonos móviles, el descenso del coste de los ordenadores. Todo esto y otros más, son factores que deberíamos integrar en un proyecto y una estrategia común.
Ello no significa olvidar los canales más clásicos. La radio sigue siendo un medio formidable, las grabaciones en distintos soportes. Todos estos otros medios garantizan el alcance universal del mensaje.
La RIAL marcó un camino. Hoy deberíamos tener la ambición, a partir de su ejemplo, de construir un proyecto multimedia mucho más poderoso basado en la conexión entre las dos redes, la humana y presencial, con la virtual. Conectividad, interacción, centros de recursos audiovisuales y textuales, de manera que cada comunidad, cada parroquia, posea a su alcance los mejores recursos disponibles, es algo que está al alcance. Todo ello redundaría en la calidad y la inteligibilidad. Realizar un proyecto de este tipo es una cuestión sobre todo de voluntad, de organización. Esta es una gran tarea para este nuevo siglo preñado de desafíos y oportunidades.
Termino con unas palabras de Christifideles Laici “En el uso y recepción de los instrumentos de comunicación urge tanto una labor educativa del sentido crítico animado por la pasión por la verdad, como una labor de defensa de la libertad, del respeto a la dignidad personal, de la elevación de la auténtica cultura de los pueblos mediante el rechazo firme y valiente de toda forma de monopolio y manipulación” (44). A todo eso estamos llamados a servir los cristianos.
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martes, 18 de noviembre de 2008
El presidente uruguayo veta la liberalización del aborto
Tabaré Vázquez había anunciado que impondría el veto, aunque la medida aprobada en el Parlamento estaba promovida por su propio partido
Aceprensa
Firmado por Pedro Dutour
Fecha: 17 Noviembre 2008
Montevideo. El presidente uruguayo, el socialista Tabaré Vázquez, vetó el 13 de noviembre la liberalización del aborto que le había remitido el Parlamento para que la firmase. Vázquez cumplió lo que había anunciado en su día. Su veto no afecta al resto de la nueva ley en que se había incluido la reforma del aborto.
El Senado había aprobado el proyecto el 11 de noviembre, poniendo fin a un prolongado trámite parlamentario. La Cámara de Diputados lo había hecho la semana anterior, luego de una maratónica sesión de 15 horas en la que no faltó la polémica.
La tenacidad casi obsesiva de los promotores del aborto logró un paso más. Fue el sexto intento desde el regreso a la democracia en 1985 por lograr el “derecho” del aborto.
Cabe consignar que el aborto en Uruguay no está totalmente penalizado; en casos de violación o cuando la vida de la madre corre peligro no existe el delito. Los procesamientos de mujeres por abortar son muy pocos y los médicos no suelen informar a las autoridades cuando atienden a una mujer que viene de practicarse un aborto.
Las razones del presidente
Tabaré Vázquez ha explicado su decisión en un documento remitido a la Asamblea General (Parlamento) en el que invoca “razones de constitucionalidad y conveniencia” como fundamento del veto que, en ejercicio de facultades constitucionales, ha impuesto a varios artículos de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva.
Además de citar las normas de la Constitución que resultan incompatibles con la ley propuesta, el presidente recuerda la obligación de respetar tratados internacionales como el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención sobre los Derechos del Niño. Ambos acuerdos, de los que el país no puede sustraerse sin denuncia expresa, consagran la protección de la vida humana desde el momento de su concepción.
Partiendo de la premisa indiscutida de que “el aborto es un mal social que debe evitarse”, el presidente cuestiona la eficacia de la despenalización y se remite a ejemplos en lo que, por el contrario, se ha revelado contraproducente: “En los Estados Unidos –dice– en los primeros diez años se triplicó, y la cifra se mantiene. La costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en España”.
El alegato presidencial se basa también en la evidencia que arrojan las más modernas observaciones científicas de que “desde el momento de la concepción hay allí una vida humana nueva, un nuevo ser”.
Vázquez, médico especializado en oncología y radioterapia, recuerda también que el proyecto de ley reconoce el aborto como acto médico, algo que además de contradecir declaraciones internacionales atenta “contra el sentido común”, pues la deontología de esta profesión impone, antes bien, “actuar a favor de la vida y de la integridad física”.
Cree asimismo el presidente que la norma “afecta la libertad de empresa y de asociación”, obligando a realizar abortos a centros médicos establecidos desde hace mucho tiempo y en contra de sus principios fundacionales. El escrito considera además que la objeción de conciencia se trata “de manera deficiente” en el texto legislativo, y que constituye “una fuente de discriminación injusta” hacia aquellos médicos que se resistan a la práctica del aborto o que quieran desistir de ella.
Finalmente, el razonamiento de Vázquez parece dirigirse en particular a su propio partido cuando recuerda que “se debe proteger más a los más débiles” en el entendido de que “las verdaderas causas del aborto surgen de nuestra realidad socio-económica”. Lo que ha de procurarse, entonces, es “una solución basada en la solidaridad, que permita promocionar a la mujer y a su criatura, otorgándole la libertad de poder optar por otras vías, y de esta forma salvar a los dos”.
Limitaciones a la objeción de conciencia
El proyecto de ley establecía que el aborto podría practicarse durante las 12 primeras semanas de gestación si la mujer alegaba “situaciones de penuria económica, sociales, familiares o etarias”. El médico estaría obligado a “brindar información y apoyo, antes, durante y después de tomar la decisión”. Tendría que informar sobre los programas de adopción y exigir la autorización por escrito de la mujer. Un tribunal de ética del centro de salud decidiría si se procedería al aborto, que también podría practicarse cuando hubiera “grave riesgo” para la mujer, o cuando se previeran “malformaciones”.
Las menores necesitarían el permiso de padres o tutores para abortar. Si se lo negaran, podrían pedir autorización a un juez, que debería decidir en cinco días.
Fuera de esos casos, el aborto seguiría estando penado con prisión.
Los médicos solo podrían invocar objeción de conciencia si la declarasen en el plazo de 30 días desde que se promulgara la ley. Si no, luego no podrían negarse a realizar abortos.
En cambio, los centros de salud privados no podrían eximirse de practicar abortos, según el proyecto de ley. De todas formas, algunas instituciones médicas –como el Centro Católico– anunciaron que no los harían.
Por un solo voto
La larga sesión en Diputados terminó con el beneplácito de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva por un solo voto: 49 a 48. En el momento de levantar la mano dos legisladores se retiraron. Los sufragios necesarios se alcanzaron luego de varios cuartos intermedios, donde los legisladores del oficialista e izquierdista Frente Amplio trataron de convencer a cuatro compañeros reacios a votar a favor de la ley. Alrededor de las 2.30 de la madrugada del miércoles 5 de noviembre lo lograron con tres de ellos, lo que bastó para que la liberalización del aborto siguiera su curso.
El asunto no era de disciplina partidaria; no obstante, los legisladores del Frente Amplio estaban empeñados en salirse con la suya por más que el presidente, de su propio partido, hubiera dicho con firmeza que vetaría la ley. A poco de ingresar en un año electoral, el debate sobre el aborto se politizó de tal manera que no hizo más que desprestigiar a la clase política y a la institución parlamentaria. La disputa también aireó las diferencias internas del gobernante Frente Amplio.
Antes del sufragio en Diputados, el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, recordó que los católicos que promovieran o votaran a favor de la despenalización del aborto quedarían excomulgados ipso facto. Algunos legisladores que debían votar la mentada ley se sintieron presionados –¡y escandalizados!– por las palabras de Cotugno. Muchos de esos políticos, la mayoría del Frente Amplio, ni siquiera son católicos.
El sábado 8 de noviembre la Conferencia Episcopal de Uruguay, reunida en la ciudad de Florida, emitió un comunicado que siguió en buena medida las palabras del arzobispo de Montevideo. “En relación a los fieles católicos que promuevan y/o voten una ley favorecedora del aborto, les recordamos que quien actúa así rompe el vínculo que lo une a Cristo con la Iglesia. Mientras no cambie su posición, queda impedido de acercarse a la Comunión eucarística (Código de Derecho Canónico, cánones 1341 y 1398)”.
El Senado volvió a tratar el proyecto, que se le había remitido con carácter de urgente, y lo aprobó sin demora, por 17 votos contra 13. El retorno a la cámara alta se debió a que parte del texto de la legislación fue rechazada por los diputados: la que se refería a los derechos sexuales y reproductivos como “derechos humanos universales” y la que establecía que “en materia de sexualidad humana se reconocerá tanto la función biológica vinculada a la procreación, como el carácter placentero”, y que “el derecho de toda persona a procurar su satisfacción sexual según sus propias necesidades y preferencias, siempre que resulten respetados los derechos de terceros”. Los senadores aceptaron suprimir esos puntos.
En noviembre del año pasado, el Senado dio el visto bueno a esta ley, cuando tres semanas antes la votación había sido negativa (cfr. Aceprensa, 20-11-2007). Bajo presión de los senadores del Frente Amplio –con mayoría en la cámara alta, al igual que en Diputados–, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva resultó ser sancionada; contó además con el voto clave a favor del ex presidente y actual senador del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti.
La letra chica
La Ley de Salud Sexual y Reproductiva es un paquete que incluye otras prerrogativas además del aborto, más allá de que éste haya sido el tema “estrella” de la polémica. Es también el único aspecto vetado por el presidente; las demás disposiciones siguen en pie.
Así, la educación sexual que se pretende instaurar en los cursos de Primaria y Secundaria está dirigida desde la perspectiva de género y no contempla el rol de los padres, a los que niega el derecho a estar informados acerca del comportamiento de sus hijos menores. Se garantiza el acceso a los distintos métodos anticonceptivos, incluidas la ligadura de trompas y la vasectomía con consentimiento.
Los movimientos provida italianos piden no dejar morir a Eluana
ROMA, lunes 17 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Movimientos y asociaciones por la vida de toda Italia han puesto en marcha varias iniciativas para salvar "in extremis" la vida de Eluana Englaro, la joven italiana en coma desde 1992, y a la que se suspenderá próximamente la alimentación e hidratación, a petición de su padre.
El caso ha adquirido un eco mundial, recordando el acaecido en Estados Unidos con Terry Schiavo.
Desde hace meses, se han multiplicado en todo el país las movilizaciones, manifestaciones y peticiones para que se mantuviera con vida a la joven. Finalmente, tras un largo recorrido judicial, el pasado jueves 13 de noviembre, la Corte Suprema Italiana ha autorizado que se suspenda su hidratación y alimentación.
La sentencia ha sido acogida con gran consternación por las asociaciones provida italianas, que la califican de "auténtica condena a muerte".
Durante este fin de semana, más de 500 delegados de centros de Ayuda a la Vida (CAV) de toda Italia se han reunido en la localidad toscana de Montecatini han pedido al Parlamento que se apruebe cuanto antes una ley que proteja a los enfermos terminales para que casos como este "no vuelvan a repetirse".
El congreso ha pedido también al Gobierno que emita un decreto por la vía de urgencia que impida la interrupción de la alimentación e hidratación de los enfermos terminales.
Además, el Movimiento por la Vida ha escrito al presidente de la República pidiéndole que "haga valer su autoridad moral para que Eluana pueda seguir siendo alimentada por las Monjas de Lecco, que la han cuidado hasta ahora.
El presidente de esta asociación, Carlo Casini, subraya que esta decisión "pone en peligro a miles de personas gravemente impedidas que dependen de la capacidad de acogida por parte de toda la sociedad. En definitiva, nos pone en peligro a todos cuando nos volvemos marginales e inútiles".
Hablando a sus militantes, Casini afirmó que "la batalla por la vida y la familia se esta haciendo cada vez más dura", por lo que "no bastan obras razonables, es necesario rezar más".
Por su parte, la asociación Scienza & Vita ha difundido un comunicado en el que afirma que "se trata de una verdadera y auténtica condena a muerte en la era republicana" y pide de forma provocativa "que, como sucede en los países que admiten la pena de muerte, se permita asistir a la ejecución pública y de grabarlo todo en vídeo".
"De esta forma, nuestros hijos y nietos podrán descubrir cómo un ciudadano italiano puede ser condenado por un juez de un Estado civil y democrático a morir de hambre y de sed".
Por su parte, el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, mostró su esperanza de que "en el último momento se replantee su caso y que la ideología no oscurezca del todo las conciencias", este domingo en Montecatini.
"Eluana está en estado vegetativo, pero no es un vegetal, es una persona durmiente -continuó-. La persona, también cuando está dormida o discapacitada, conserva toda su dignidad. La persona vale por sí misma y no por lo que produce o consume, o por el placer o la satisfacción que procura a los demás".
El cardenal Antonelli mostró su cercanía a las monjas de la Misericordia de Lecco, que la han cuidado en su clínica durante 14 años, "y que son las únicas en el entorno de la joven que aún luchan por su vida".
"Se han dicho muchas palabras en el caso Eluana - añadió el cardenal Antonelli-. Las más bellas y persuasivas han sido la de estas monjas: 'Si hay quien la considera muerta, que nos deje que Eluana continúe con nosotras que la sentimos viva... dejadnos la libertad de amar y de donarnos a quien es débil'".
Es necesario, advirtió el purpurado, "un compromiso inteligente, generoso y perseverante a favor de la vida: compromiso cultural, jurídico y político pero también un compromiso concreto de testimonio personal y de servicio a la vida".
Por Inma Álvarez, con información de Antonio Gaspari
lunes, 17 de noviembre de 2008
El marxismo ha mutado y es más peligroso
lunes, 17 de noviembre de 2008
Pedro Beteta
AnalisisDigital.com
¿Por qué no inventamos una religión que contrarreste la católica? Encuentra un hombre que quiera ser flagelado al modo romano, coronado de espinas, crucificado entre insultos y salivazos y después me dices… Así cuentan que respondió Napoleón a un sectario que odiaba la fe católica. De todos modos hoy día hay gente para todo e incluso por pasar al Guiness hacen lo que sea… pero es Dios quien lo hace. Quien se despoja de su condición divina y por amor sufre moral y físicamente lo inimaginable. Y los seguidores de este Hombre llevan veintiún siglos yendo contra corriente. Sus enemigos fallecen y surgen otros pero la Iglesia permanece y permanecerá incólume.
Con todo, toca a cada generación de cristianos defender al hombre de las insidias en la época correspondiente. A lo largo de la historia ha sido una enseñanza constante por parte de la Iglesia no hacer dejación de derechos, exhortando a los católicos a estar y participar activamente en todas las encrucijadas en las que más se puede influir. Ciertamente, en los primeros siglos, las persecuciones llevadas a cabo primero en Jerusalén y luego en el Imperio romano fueron, hasta Constantino, un elemento clave para extender el cristianismo. Pero eso no impide calificarlo de cruel intransigencia con las ideas pese a que Dios saque y trasforme en fuente de bienes aquellos desvaríos.
Había cristianos de todas las clases sociales y en todas las profesiones, aunque por defender la fe fueron expoliados y degradados de patricios a plebeyos cuando no asesinados. Esta actitud, con el tiempo y suavizada culturalmente, no ha cesado en estos veintiún siglos, incluso en ocasiones se ha presentado con mayor virulencia. En uno de esos tristes momentos para el hombre nos encontramos hoy. De los socialismos menos sociales, menos interesados por el pueblo, está actualmente el nuestro. ¿Quién dice, por ejemplo, que hoy el país con la mejor Seguridad Social –que es uno de los mayores logros punteros en el mundo–, superando a USA, lo puso en marcha el gobierno de Franco? Girón, creo.
A nadie se le oculta el asedio al que está sometida la familia en algunos países enmascarado con una falsa democracia, en la beligerancia que hay en realidad el totalitarismo, la dictadura gubernamental hacia la escuela católica. Benedicto XVI es consciente de ello y con la hondura y valentía a la que ya nos tiene acostumbrados dice: “respetando la competencia del Estado para promulgar las normas generales sobre la instrucción, no puedo por menos de expresar el deseo de que se respete concretamente el derecho de los padres a una libre elección educativa, sin tener que soportar por eso el peso adicional de ulteriores gravámenes” [1].
Hablar de Estado laico parece haberlo querido asociar, en algunos países dirigidos por socialismos sectarios, como una sacralización del Partido en el poder. “Un Estado democrático laico es aquel que protege la práctica de religiosa de sus ciudadanos, sin preferencias ni rechazos” [2]. Además, un Estado moderno ha de servir y proteger la libertad de los ciudadanos y también la práctica religiosa que ellos elijan, sin ningún tipo de restricción o coacción. “No se trata –como se ha dicho– de un derecho de la Iglesia como institución, se trata de un derecho de cada persona, de cada pueblo y de cada nación” [3].
La ambigüedad “del derecho a tener derechos”, con toda la carga de falacia intelectual que acompaña agrada al que piensa poco y se deja llevar por primeras impresiones dialécticas, pero es una tautología; es como decir “yo, soy yo”. Más hondura tendría hablar, por ejemplo, “del derecho a no tener derechos”; es decir, a ejercitar la renuncia a algo tan natural por un motivo de gran calado. Los argumentos de peso los da casi siempre el amor. Jesucristo, Señor de la Historia, renunció a su condición de Dios por amor a la humanidad herida por el pecado y obediente fue al holocausto voluntariamente.
Los gobiernos que no dan respuestas adecuadas a temas de peso como son la familia, la educación, la historia, etc., y parecen querer enzarzarse camufladamente en lo antinatural, como si de un derecho se tratara, están llamándonos idiotas al pueblo. ¡No debemos dejarnos engañar! Responde a una trama muy elaborada y pensada. No son los ciudadanos gente ingenua, aunque a veces actuemos cándidamente, al creernos las falacias prometidas. ¡Hechos! Ya no se habla de Marx pues sería una ridiculez. Ahora se habla de Nietszche, del superhombre, del nihilismo, etc. Pero la realidad es que estamos siendo presas de los totalitarismos a los que conducen las “democracias integristas”. Son los mismos perros con distintos collares.
Parecía que la caída del Muro había sido la panacea. La dictadura comunista se quiebra y se asume la responsabilidad de integrarles en un clima nuevo; el demócrata. Hay desconfianza de décadas, hábitos enraizados de insinceridad, siguen pensando que sus conversaciones las escuchan y quedan grabadas, que son espiados a todas horas, etc. Poco a poco comprueban que no es así pero les falta “oficio” y se crea en esos países una asignatura para los escolares a fin de que aprendan qué es y cómo funciona una democracia. Esto es correcto y encomiable. Pero no estaba podrida la fruta que el Maligno ofrece a Adán sino que tenía buen aspecto, “era de buen ver”. Así procede siempre el padre de la mentira, mostrando la cara amable del mal y… engañó a Adán y seguimos igual. No ha cambiado de estilo porque le sigue dando buenos resultados. Y si una cosa… funciona ¿por qué cambiar?
En muchos países venía muy bien enseñar esta asignatura a los jóvenes, sobre todo ahora que hay tanto inmigrante que ignoran por tradición lo que en América y en Europa occidental estaba asentado. Pero llegamos nosotros y aprovechamos una ocasión que no necesitábamos para “inventar” la dichosa asignatura de Educación para la Ciudadanía para utilizarla como vehículo de adoctrinamiento, con una concepción marxista del mundo. Pero ¿no habíamos dicho que estaba demodé eso del marxismo? Sí. Pero se trata de una mutación genética que se ha hecho resistente a la verdad a base de mentir siempre. Tanta mentira, tantas medias verdades que son las mayores simulaciones acaban por dejar de interesarse por la verdad. Así se ha llegado a un escepticismo grave y a relativizarlo todo. La moral parece salir de decisiones hechas “a mano alzada” en los Parlamentos agrediendo la conciencia del ciudadano.
Decía Juan Pablo II que “una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia”, puesto que, sin una verdad última que guíe y oriente la acción política, “las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder”. Detrás de cada actuación inocua de algunos políticos sectarios contra la fe hay un profundo odio a Dios y, por lo tanto, a la Iglesia. No dejan espacio a la libertad de hecho, no permiten que actúe la Iglesia y pondrán trabas a la fe Católica, mientras se habla de libertad religiosa. Han dejado de ser comunistas moderados para serlo de forma radical. ¿Cómo? Sacralizando el poder de manera que el Estado sea –eso es lo que pretenden– la fuente de legitimidad a la que nadie le es permitido rebelarse. El mayor enemigo para esos totalitarismos democráticos es la Iglesia y sus Instituciones más notables y fructuosas. Como Espartaco, solo que en nuestro caso con la seguridad de vencer, los católicos hemos de dar la batalla día a día –al margen de que baje el Ibex 35– a los enemigos de la libertad.
Ante el creciente laicismo en el que se pretende reducir la vida religiosa de los ciudadanos a la esfera privada, sin ninguna manifestación social y pública, la Iglesia sabe muy bien que debe oponerse y lo hace. El mensaje cristiano refuerza e ilumina los principios básicos de toda convivencia, en especial el don sagrado de la vida, la dignidad de la persona, el matrimonio y la familia, que no se pueden equiparar ni confundir con otras formas de uniones humanas.
Procuremos no defraudar la confianza que tiene en nosotros Benedicto XVI cuando nos dijo: “la Iglesia católica en España está dispuesta a dar pasos firmes en sus proyectos evangelizadores. Por eso es de esperar que sea comprendida y aceptada en su verdadera naturaleza y misión, porque ella trata de promover el bien común para todos, tanto respecto a las personas como a la sociedad. En efecto, la transmisión de la fe y la práctica religiosa de los creyentes no puede quedar confinada en el ámbito puramente privado” [4].
Pedro Beteta. Doctor en Teología y en Bioquímica
Notas al pie:
[1] Discurso al Presidente de Italia, 24-VI-2005
[2] Alocución, 23-IX-2005
[3] Ibídem.
[4] Carta a la Conferencia Episcopal con motivo de la Peregrinación Nacional al Santuario del Pilar de Zaragoza, 24-V-2005
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sábado, 15 de noviembre de 2008
Hay que mantener la alimentación de los pacientes en coma
Abundando en los dos casos ya tratados en este blog, el de la británica Hannah Jones y el de la italiana Eluana Englaro, tal vez sea oportuno recordar aqui las respuestas de la Congregación para la Doctrina de la Fe con nota del 14 de septiembre de 2.007 sobre la alimentación artificial.
Firmado por Aceprensa
Fecha: 26 Septiembre 2007
Proporcionar alimentación y agua a los pacientes en estado vegetativo es en principio moralmente obligado. Así ha respondido el 14 de septiembre la Congregación para la Doctrina de la Fe a las cuestiones que habían sido planteadas por la Conferencia Episcopal estadounidense.
Primera pregunta: “¿Es moralmente obligatorio suministrar alimento y agua (por vías naturales o artificiales) al paciente en ‘estado vegetativo’, a menos que estos alimentos no puedan ser asimilados por el cuerpo del paciente o no se le puedan suministrar sin causar una notable molestia física?”
Respuesta: “Sí. Suministrar alimento y agua, incluso por vía artificial, es, en principio, un medio ordinario y proporcionado para la conservación de la vida. Por lo tanto es obligatorio en la medida en que y mientras se demuestre que cumple su propia finalidad, que consiste en procurar la hidratación y la nutrición del paciente. De ese modo se evita el sufrimiento y la muerte derivados de la inanición y la deshidratación”.
Segunda pregunta: “Si la nutrición y la hidratación se suministran por vías artificiales a un paciente en ‘estado vegetativo permanente’, ¿pueden ser interrumpidos cuando los médicos competentes juzgan con certeza moral que el paciente jamás recuperará la conciencia?”
Respuesta: “No. Un paciente en ‘estado vegetativo permanente’ es una persona, con su dignidad humana fundamental, por lo cual se le deben los cuidados ordinarios y proporcionados que incluyen, en principio, suministrarle agua y alimentos, incluso por vías artificiales.”
Posibles excepciones
En un artículo que acompaña a las respuestas se señala que “al afirmar que suministrar alimento y agua es, en principio, moralmente obligatoria, la Congregación para la Doctrina de la Fe no excluye que, en alguna región muy aislada o extremadamente pobre, la alimentación e hidratación artificiales pueden no ser físicamente posibles; entonces, ad impossibilia nemo tenetur, aunque permanece la obligación de ofrecer los cuidados mínimos disponibles y de buscar, si es posible, los medios necesarios para un adecuado mantenimiento vital”.
“Tampoco se excluye –sigue diciendo– que, debido a complicaciones sobrevenidas, el paciente no pueda asimilar alimentos y líquidos, resultando totalmente inútil suministrárselos. Finalmente, no se descarta la posibilidad de que, en algún caso raro, la alimentación e hidratación artificiales puedan implicar para el paciente una carga excesiva o una notable molestia física vinculada, por ejemplo, a complicaciones en el uso del instrumental empleado”.
“Estos casos excepcionales –se lee en la nota– nada quitan, sin embargo, al criterio ético general, según el cual el suministro de agua y alimentos, incluso cuando hay que hacerlo por vías artificiales, representa siempre un medio natural de conservación de la vida y no un tratamiento terapéutico. Por lo tanto, hay que considerarlo ordinario y proporcionado, incluso cuando el estado vegetativo se prolongue”.
La familia de Terri Schiavo, la mujer estadounidense que murió en medio de un intenso debate tras serle retirada la alimentación en marzo de 2005 (ver Aceprensa 34/05), ha emitido un comunicado de agradecimiento a la Santa Sede por reafirmar la doctrina sobre la cuestión.
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viernes, 14 de noviembre de 2008
Bases experimentales para una polémica ética: células madre adultas.
Células madre adultas: Más de 40 avances avalan su investigación con fines terapéuticos
En los últimos 5 años, científicos de todo el mundo han demostrado con sus investigaciones que no es necesario destruir embriones
El debate en torno a las dos líneas de investigación con las que se trabaja actualmente para obtener células madre, la que utiliza células adultas, normalmente del propio paciente, y la que destruye embriones para conseguirlas, no tiene ningún fundamento.
Al margen de cuestiones éticas, a las que de nuevo se ha referido el Vaticano este martes, 11 de noviembre, el quid de la cuestión está en los resultados terapéuticos obtenidos. Así lo ha manifestado también el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, al asegurar que las células madre embrionarias “no sirven para nada y hasta ahora no ha habido ninguna curación”.
Esta opinión viene sobradamente avalada a lo largo de los últimos casi cinco años por dos cuestiones irrefutables: la primera, que, efectivamente, las investigaciones hechas con embriones en todo el mundo para obtener células madre no han mostrado ni un solo avance terapéutico válido o aplicable.
La segunda, que los estudios realizados en ese mismo tiempo con células madre adultas o de cordón umbilical han logrado ya más de 40 avances terapéuticos, según el seguimiento hecho por ForumLibertas.com desde el día en que publicó su primera información, el 15 de junio de 2004.
Los avances más recientes
El último de estos avances terapéuticos del que tenemos conocimiento llega este jueves, 13 de noviembre, desde UTA (Estados Unidos). Un equipo de investigadores estadounidenses están probando el uso de células madre adultas para prevenir y tratar el fracaso renal agudo.
Científicos del Intermountain Medical Center y Allo Cure, una empresa de biotecnología, se han unido para llevar a cabo una nueva técnica que intente evitar el fallo renal agudo que suele aquejar a los pacientes sometidos a cirugía cardiovascular.
El ensayo se va a llevar a cabo con 15 pacientes, utilizando células de adultos sanos de donantes de médula ósea que son inyectadas en el torrente sanguíneo a través de un catéter hasta los riñones.
A finales de octubre se conocía otra investigación prometedora: científicos de la empresa californiana Genentech, con sede en San Francisco, conseguían aislar una célula madre de una próstata para lograr que vuelva a regenerarse en ratones.
Aunque todavía no se ha reproducido en humanos, según advierten los propios investigadores en la revista Nature, el logro abre nuevas vías de conocimiento sobre estas células.
Por otra parte, científicos del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona han conseguido crear, a partir de un cabello, células madre con las propiedades de las embrionarias.
El método es tan eficaz que funciona incluso con un solo pelo humano y sus células iPS son indistinguibles de las células madre procedentes de embriones en actividad genética, capacidad de crecimiento y versatilidad.
Además, como sucede con otras células obtenidas del propio paciente, tienen la ventaja sobre las embrionarias de no provocar rechazo. Esta línea de investigación ya se había realizado en noviembre de 2007, pero utilizando la piel como fuente de células madre.
Mención especial requieren los éxitos obtenidos en investigaciones que han utilizado sangre del cordón umbilical para extraer células madre. “La sangre de cordón umbilical ya ha curado a 10.000 personas”, afirmaba recientemente Colin McGuckin, profesor de medicina regenerativa de la Universidad de Newcastle, tras anunciar que abandona Inglaterra por la obsesión inglesa con las células embrionarias y para poder investigar con las adultas en Francia.
Los 35 avances anteriores
En los últimos seis años, desde que el 6 de febrero de 2002 la Clínica Universitaria de Navarra realizara el primer implante de células madre adultas para regenerar un corazón infartado, ha habido un goteo constante de avances en los estudios que utilizan células madre adultas con fines terapéuticos, sobre todo si proceden del propio paciente.
Sirva como recordatorio, yendo atrás en el tiempo, este breve resumen de noticias publicadas por ForumLibertas.com que recogen un total de 35 casos de investigaciones exitosas.
29 de septiembre de 2008: Un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard (EE. UU.) presentan en la revista Science una nueva técnica que permite, a partir de células adultas, obtener células madre con las mismas propiedades regenerativas que las embrionarias.
20 de junio de 2008: Un equipo de científicos estadounidenses consiguen curar por primera vez un cáncer de piel en estado avanzado utilizando células clonadas procedentes del sistema inmunitario del propio paciente.
La investigación se plasmó en un artículo de la England Journal of Medicine y los médicos clonaron células del sistema inmunitario del enfermo para multiplicarlas ‘in vitro’ y volvérselas a implantar posteriormente al enfermo.
En el mismo artículo hacíamos referencia a otros tres avances más obtenidos a partir de células madre adultas: la creación de moléculas capaces de estimular ‘in vitro’ células madre del sistema nervioso hasta conseguir su maduración; la reconstrucción de mamas en una veintena de mujeres llevada a cabo por el Hospital Clínico de Barcelona a partir de células madre de la grasa; y la curación del Parkinson en ratones utilizando células madre adultas de la nariz.
2 de junio de 2008: El Hospital Universitario La fe de Valencia realiza un doble trasplante celular hepático a una niña de 12 años utilizando células madre adultas que responden al nombre de hepatocitos. Con el trasplante se corrigió un déficit metabólico en el ciclo de la urea, una enfermedad que afecta a uno de cada 15.000 nacidos vivos en España.
21 de abril de 2008: El Gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.) impulsa una técnica desarrollada por un equipo de científicos que, utilizando células madre de los propios afectados, permitiría regenerar miembros amputados y producir tejidos para la reconstrucción craneofacial de ex combatientes.
El objetivo es lograr hacer crecer piel, orejas, músculos y otros tejidos para curar a las tropas heridas en los diferentes escenarios bélicos que cuentan con la presencia de soldados estadounidenses, según informó el Departamento de Defensa.
27 de febrero de 2008: Un equipo de científicos españoles pone en marcha un estudio para intentar ‘controlar’ la producción de neuronas en el cerebro humano, una investigación que “abre nuevas vías para el tratamiento de enfermedades hasta ahora incurables”, según el consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Manuel Cervera
El grupo de investigadores del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) y la Universidad de Valencia participó en el hallazgo del mecanismo por el que las células madre adultas del cerebro reciben la señal de dividirse y diferenciarse hasta convertirse en neuronas.
Ese mismo día informábamos de un trabajo con células madre adultas en articulaciones, llevado a cabo por el traumatólogo Pedro Luis Ripoll, junto a Mariano de Prado y Javier Vaquero, de la Fundación murciana AMICAL, que demuestra su eficacia terapéutica en tres usos concretos: necrosis ósea, seudoartrosis y defectos del cartílago.
18 de enero de 2008: Un equipo de investigadores estadounidenses consiguen hacer latir el primer corazón ‘bioartificial’ creado en un laboratorio a partir de células madre adultas.
Los científicos han demostrado la eficacia de sus investigaciones partiendo del tejido cardiaco y las células de ratas, pero “el objetivo sería desarrollar vasos sanguíneos u órganos completos que se generarían con las células del propio paciente”, asegura Doris Taylor, de la Universidad de Minesota.
A esta investigación se suma otra llevada a cabo en la Clínica Universitaria de Navarra, pionera en este tipo de estudios, en colaboración con la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica: Dos grupos de investigadores de esas universidades demuestran que la aplicación de células madre adultas es eficaz en el tratamiento de la enfermedad isquémica periférica.
19 de diciembre de 2007:. Un equipo de médicos japoneses realiza un estudio entre 21 mujeres sometidas a una mastectomía parcial, debida a un cáncer de mama, y utilizando células madre extraídas del tejido adiposo consiguen reconstruir el pecho dañado.
La investigación concluyó que este sistema no provoca rechazos entre las pacientes y la intervención es “segura y bien tolerada” y un 79% satisfactoria.
21 de noviembre de 2007: Dos equipos de científicos de Japón y Estados Unidos demuestran que, a partir de la piel, se pueden obtener células madre con las mismas propiedades pluripotenciales que las embrionarias.
Las investigaciones fueron dirigidas por el profesor de la Universidad de Kyoto (Japón) Shinya Yamanaka y el de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos) James Thomson.
7 de septiembre de 2007: Un equipo de neurólogos españoles presenta en San Sebastián la ‘supercélula’ madre adulta que abre una posible vía a la curación de enfermos de Parkinson. Se trata de una neurona, creada a partir de células de la piel humana, capaz de producir la dopamina que pierden las personas afectadas por esta enfermedad.
29 de junio de 2007: Un equipo de médicos españoles utilizan con éxito un láser para implantar células madre obtenidas de la médula ósea de dos pacientes en sus propios corazones con graves problemas cardiacos.
Unos días antes, científicos de Estados Unidos consiguen aislar células madre de la sangre a partir de tejido adiposo humano. Con estas células los investigadores creen que se puede reconstruir la médula ósea de pacientes sometidos a radiación para combatir el cáncer de la sangre.
11 de abril de 2007: Un grupo de trece diabéticos brasileños se libran de su dosis diaria de insulina gracias al tratamiento al que se sometieron utilizando células madre de su propia sangre, según un estudio divulgado por la revista Journal of the American Medical Association.
La investigación se llevó a cabo en el Centro de Médula Espina de la Universidad de Sao Paulo y fue parcialmente financiada por el ministerio de Salud de Brasil. Aunque el tratamiento no significa una cura para la enfermedad, ha permitido que hayan vivido con normalidad durante más de tres años sin recurrir a la insulina.
Al mismo tiempo, un equipo médico de los hospitales Morales Meseguer y Virgen de la Arrixaca, de Murcia, presentaron a mediados de marzo la primera fase de un ensayo clínico para el tratamiento y la cura de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) mediante el trasplante de células madre adultas del propio paciente.
5 de enero de 2007: Las células madre adultas son capaces de regenerar arterias y otros tipos de vasos sanguíneos de seres vivos que han padecido arteriosclerosis o infartos. La investigación fue llevada a cabo por la Clínica Universitaria de Navarra, a través del Centro de Investigación Médica Aplicada.
Los investigadores realizaron sus ensayos con ratones utilizando células de médula ósea humana y el responsable del trabajo, Xabier López Aranguren, confía en que esta terapia sea un día útil para pacientes que sufren isquemias periféricas, o sea pequeños infartos que se producen en las extremidades debido a la falta de oxígeno y que provocan la muerte de parte del tejido.
2 de junio de 2006: En esos días se produce una avalancha de noticias. El Instituto Mexicano del Seguro Social da a conocer el resultado de sus investigaciones y aplicaciones terapéuticas: 75 personas con insuficiencia cardiaca recibieron un implante de células madre, extraídas de su propio cuerpo, que les ha evitado someterse a una operación de trasplante. Entre tres y seis meses después, se observó la formación de nuevos vasos sanguíneos en el corazón, con una capacidad de contracción satisfactoria.
En esas mismas fechas, las células madre del cordón umbilical de la pequeña Latisha Panduro salvan la vida de su hermana Shadya, de 10 años de edad, aquejada de una mielodisplasia hipoplástica, enfermedad en que la médula ósea apenas genera glóbulos rojos, glóbulos blancos ni plaquetas, y las pocas que produce están alteradas.
Por otra parte, desde Barcelona, Joan García, director del Centro de Tejidos y Terapia Celular, confirma que la terapia en que se hace crecer el hueso a partir de células madre de la médula ósea del propio paciente da resultado en la cura de fracturas óseas en que la cirugía fracasa.
Las células madre adultas también resultan útiles en esos días en la reconstrucción maxilofacial, tal como explicó en el marco del XI Congreso Dental Ibero-Latinoamericiano Oscar Sarnachiaro, de la Academia Nacional de Odontología de Argentina. Los dientes pueden regenerarse por sí solos, aseguró el especialista.
11 de febrero de 2005: El director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y del Instituto Salk de California, Juan Carlos Izpisúa, uno de los firmes defensores de la investigación con células madre embrionarias, reconoce el fracaso de las células embrionarias.
En esa misma información, incluíamos un resumen cronológico de los avances obtenidos hasta ese momento en la investigación con células madre adultas, que reproducimos a continuación para completar este documento:
- La Clínica Universitaria de Navarra ha realizado más de una docena de intervenciones en casos de corazones infartados que se han regenerado a partir de inyectarles células estaminales extraídas del propio paciente. Todos ellos se han recuperado satisfactoriamente.
- En marzo de 2004, investigadores del Hospital Clínico de Barcelona llevaban a cabo un tratamiento experimental con 14 personas afectadas de esclerosis múltiple avanzada que consiguieron estabilizar la evolución de la enfermedad gracias a células madre obtenidas de su propia sangre.
- Científicos británicos conseguían en mayo de 2004 reproducir dientes utilizando células del propio paciente.
- Un equipo de investigadores japoneses lograba devolver la vista a 4 pacientes en septiembre de 2004 utilizando células extraídas de la boca de los afectados.
- Un equipo del hospital madrileño de La Paz conseguía en noviembre de 2004 curar fístulas perianales complejas utilizando también células del paciente extraídas del tejido adiposo.
- Diferentes ensayos dirigidos por científicos europeos en diversos países demostraban, a mediados de noviembre de 2004, que el autotrasplante en casi un centenar de enfermos de corazón utilizando sus propias células madre es un procedimiento factible y seguro.
- A finales de noviembre de 2004, científicos italianos transformaban células madre de músculo adulto en neuronas que también pueden servir para luchar contra enfermedades degenerativas.
- En diciembre de 2004, una mujer coreana paralítica conseguía andar tras implantarle en la espina dorsal células de cordón umbilical, también útil en casos de leucemia adulta.
- En las mismas fechas, un equipo de científicos catalanes eran los primeros del mundo en conseguir regenerar huesos a partir de células madre adultas del mismo paciente.
- Unos días después, saltaba la noticia de que cirujanos alemanes recurrían al tejido óseo extraído de la pelvis y a células madre obtenidas de la grasa de los glúteos para reconstruir 100 centímetros cuadrados de hueso fracturado en una niña de 7 años.
- Científicos argentinos lograban en enero de 2005 que el páncreas de un diabético produjera insulina al implantarle en los vasos sanguíneos células extraídas de su propia médula ósea.
Cabe concluir que, a los 38 avances detallados en esta información, hay que añadir los que se obtuvieron desde que la Clínica Universitaria de Navarra realizó la primera intervención con células madre adultas para regenerar un corazón infartado, en febrero de 2002, hasta la primera información referenciada por ForumLibertas.com (marzo de 2004), por lo que los avances alcanzados con estas investigaciones a buen seguro sobrepasan de largo la cifra de 40.
jueves, 13 de noviembre de 2008
El caso de Eluana Englaro paso a paso
En los próximos días el movimiento en favor de la eutanasia utilizará a buen seguro el caso de Eluana Englaro, puesto que el Tribunal de Casación de Italia ha desestimado por falta de legitimación el recurso presentado por el Fiscal para suspender la decisión de la Corte de Apelación de Milán, que había autorizado a Beppino Englaro a que se retirara la sonda nasogástrica que servía para alimentar e hidratar a su hija, en estado vegetativo desde hace dieciséis años.
En resumen los jueces han estimado que se puede retirar la sonda de alimentación e hidratación siempre que concurran dos circunstancias probadas: el estado vegetativo irreversible y la certeza de que el paciente hubiese manifestado su voluntad en ese sentido, en el caso de encontrarse en esas circunstancias. El problema jurídico es el siguiente: ¿puede equipararse la alimientación y la hidratación -que forman parte de los cuidados y atenciones naturales que toda persona debe prestar a sus semejantes- con una forma de tratamiento terapéutico? ¿Cabe denominar encarnizamiento terapéutico a esa acción de alimentar? ¿Es humano dejar morir a alguien de inanición a pesar de que lo haya solicitado? ¿No se estarán abriendo las puertas a la eutanasia de miles de personas que se encuentran en estado vegetativo?
18 gen 1992 – A consecuencia de un accidente de automóvil, Eluana Englaro entra en un estado vegetativo permanente. Tenía 20 años. Respiraba autónomamente, a pesar de tener la corteza cerebral necrosada. Necesitaba ser alimentada e hidratada mediante una sonda.
1993 – La situación se agrava y los médicos no tienen esperanza en la curación.
1994 – Eluana fue ingresada en un centro médico gestionado por las monjas de la Misericordia, que la tratan con extrema atención: siguen alimentándola con la sonda nasogástrica y la llevan de paseo todos los días en silla de ruedas, a pesar de estar inconsciente.
1999 - Beppino Englaro –padre de Eluana- pide la tribunal de Lecco que se retire la alimentación artificial de su hija. Los jueces se lo niegan.
2003 – Se vuelve a presentar la demanda ante los tribunales, pero tanto el tribunal como la Corte d’Appello la rechazan.
2005 – El 20 de abril el tribunal de Casación avala la decisión de los jueces de Milán pero abre una posibilidad de que progrese la petición paterna, al señalar que ésta debía ser rechazada por faltar “ pruebas específicas” acerca de la real voluntad de la muchacha.
16 de octubre de 2007 – La Casación reenvía de nuevo la decisión a la Corte de Apelación de Milán autorizando al Juez que se interrumpa la alimentación de Eluana siempre que concurran dos circunstancias: el estado irreversible del paciente y que se haya demostrado que éste, de estar consciente, no habría prestado su consentimiento a la continuación del tratamiento.
9 de julio de 2008 – La Corte de apelación de Milán reabre la causa y autoriza la suspensión de la alimentación.
10 de julio – El periódico Avvenire habla de “pena de muerte”, de “monstruosidad”
14 de julio - Giuliano Ferrara, director de il Foglio, promueve, junto al Movimento per la Vita, la iniciativa de de despositar en el atrio del Duomo de Milán botellas de agua para protestar contra la sentencia que condena a Eluana a morir de hambre y de sed. Se colocan botellas de agua tanbién delante del Capitolio, en Roma.
16 de julio - Cámera y Senado plantean un conflicto de atribución contra la Casación, y el caso acaba en la Corte Constitucional. Se recrudecen las polémicas. El comité “Ciencia y Vida” lanza una apelación contra la suspensión de las curas, a la cual se adhieren parlamentarios y ciudadanos, Famiglia Cristiana, 25 neurólogos, el periódico Avvenire e incluso las monjas que se ocupaban de la atención de Eluana.
3 de septiembre. La familia pide a la Región Lombarda que se indique un establecimiento en el que se pueda llevar a cabo cuanto prescrito por la Corte de Apelación. Pero la Región se niega a ell.
8 de octubre - La Corte Constitucional dio la razón a la Casación y a la Corte de Apelación, que habían establecido las condiciones para que se pudiera llevar a cabo la interrupción de la alimentación.
11 de octubre – Las condiciones de Eluana se agravan a cusa de una hemorragia interna.
10 de noviembre – La subsecretaria de Sanidad Eugenia Roccella, que fue leader del comité Scienza e Vita, lanza un llamamiento a la Casación: “Piénselo bien, porque sería la primera vez que en Italia muere alguien de hambre y de sed, después de una agonía de quince días y por efecto de una sentencia”.
11 nov – El Cardenal Javier López Barragan declara que suspender la hidratación y la alimentación de un paciente en estado vegetativo es una monstruosidad inhumana y un asesinato”. Según los abogados de la familia Englaro ha llegado la hora de que se deje morir a Eluana como pide su padre desde hace 16 años.
13 de noviembre – El Tribunal de Casación ha estimado inadmisible el recurso del Fiscal por defecto de legitimación ya que, a su entender, no se trataba aquí de tutelar un interés público sino más bien de afrontar una situación subjetiva individual.
El caso de Hannah Jones
Artículo editado por Joan Carreras en la página web: http://familiaenconstruccion.com/articulos_ver.php?titulo_art=La%20decisión%20de%20Hannah, el 12 de noviembre de 2008.
Ha sido noticia hoy en el mundo la decisión de una adolescente de trece años: se ha negado a que le trasplanten un corazón para sustituir el suyo, gravemente afectado desde hace años por la leucemia y por la medicación. Hay quien ha aprovechado la ocasión para defender el derecho a la muerte digna (véase la imagen). Sin embargo, más que del derecho a morir habría que hablar del derecho a no ser sometido a tratamientos médicos que supongan un encarnizamiento terapéutico. Son cosas distintas.
Hay también quien ha aprovechado la ocasión para defender los derechos del menor frente a la autoridad paterna. Pero tampoco ha sido éste el caso. Más bien eran las autoridades médicas las que pretendían imponer un trasplante de corazón a la adolescente. Sus padres la apoyaban a ella y temían que les fueran a quitar la custodia de su hija.
Así que no queda más que respetar el derecho de Hannah y de sus padres a que "les dejen en paz" y no les impongan unas terapias tan excepcionales como el trasplante de corazón. Transcribimos la noticia desde intramed.net
Hannah Jones tiene sólo 13 años pero la madurez de un adulto y es capaz de decidir entre la vida y la muerte. Así se lo han reconocido, tras más de un año de controversias, los médicos que querían obligarla a someterse a un trasplante de corazón para prolongar su vida. Ella no quiere, y al final se ha impuesto su voluntad sobre la de los especialistas.
Hannah padece una extraña forma de leucemia desde los cinco años. Para parar el cáncer, fue sometida a una brutal cura de quimioterapia que acabó provocándole un agujero en el corazón. El año pasado le implantaron un marcapasos, pero su corazón ya no aguanta. La única solución es someterla a un trasplante. Y ella no quiere. La intervención no le garantiza la vida. Dentro de 10 años tendría que volver a ser trasplantada y, entretanto, los medicamentos que tendrían que suministrarle para evitar un rechazo del nuevo órgano amenazan con reavivar la leucemia. Hannah prefiere arriesgarse a seguir como está ahora y resignarse a morir en casa, en Marden, al oeste de Inglaterra, rodeada de su familia, cuando llegue el momento. Sus padres la apoyan y aseguran que apenas han influido en su decisión.
"Obviamente queremos que Hannah esté con nosotros todo el tiempo que sea posible, pero no vamos a forzarla a hacer algo que ella no quiere", ha declarado su padre, Andrew Jones, de 43 años, auditor de profesión. "Ha estado toda su vida entrando y saliendo del hospital y ha decidido que ya es suficiente. No es una decisión impulsiva y no es de ninguna manera definitiva. Si cambia de opinión, también la apoyaremos".
La niña ha demostrado una madurez y un temple extraordinarios y lleva meses resistiéndose a la presión de los médicos. Desde hace más de un año ha estado hablando de la posibilidad de un trasplante con los especialistas del hospital infantil de Birmingham, donde le implantaron el marcapasos, y del Great Ormond Street Hospital de Londres, donde tenía que llevarse a cabo el trasplante. Pero un médico de su hospital local, en Hereford, se empeñó en forzar el trasplante y quiso suministrarle un medicamento para trasladarla a Londres, que ella no quiso tomar. El facultativo decidió llevar el caso a las autoridades por entender que era del interés de Hannah someterla al trasplante aunque fuera contra su parecer.
"Creíamos que nos la iban a quitar de nuestras manos contra nuestra voluntad. Toda la familia era un mar de lágrimas", ha relatado el padre. Por ello, escribieron a los responsables provinciales del hospital oponiéndose a la intervención, pero sin éxito. Su director ejecutivo, Chris Bull, describió a Hannah como "una joven mujer gallarda y valiente", pero defendió la decisión tomada por los médicos.
Los tratamientos forzosos no son algo excepcional. Se realizan, por ejemplo, cuando los padres de un niño se oponen a ello por razones religiosas. Pero en este caso es el propio paciente el que se opone, y no por causas religiosas sino apelando a su propia dignidad.
El caso fue elevado a los tribunales, pero no ha llegado a fallarse. Una asistente social se entrevistó a solas con Hannah Jones y llegó a la conclusión de que la niña está perfectamente informada de las consecuencias de su decisión y que tiene la madurez suficiente para decidir por sí misma. El hospital ha renunciado finalmente a forzar el trasplante y ha escrito a los padres insistiendo en que siempre ha actuado defendiendo el interés de la chica. Pero no se han disculpado. "Es indignante que la gente del hospital insinúe que nosotros no hemos actuado en defensa de lo mejor para nuestra hija", se ha quejado la madre, Kirsty, que conoce muy bien las penalidades de Hannah, como madre y como enfermera de cuidados intensivos que es.
La decisión de la joven y el hecho de que los médicos hayan optado por acabar aceptándola es perfectamente coherente con lo previsto por la legislación británica para estos casos. En 1980, la Cámara de los Lores dictaminó que un niño que comprende las consecuencias de sus decisiones ha de ser considerado legalmente competente para hacerlo. En España, la situación de Hannah estaría cubierta, desde diciembre de 2002, por la Ley de Autonomía del Paciente. Ésta establece que a partir de los 16 años, el menor tiene derecho a decidir. Si es más joven, pero entiende lo que hace, también.
"Creo que en este caso algunos doctores han entendido que tenían que intervenir y tomar la decisión que consideraban más adecuada en defensa de lo mejor para el paciente. Pero por supuesto lo mejor para el enfermo no se ha de decidir únicamente en función de la óptica médica, sino teniendo en cuenta el interés global de una persona en general", opina el doctor Tony Calland, presidente del comité ético de la Asociación Médica Británica.
Los sufrimientos de Hannah Jones no se reducen a sus penalidades médicas y su conflicto con los doctores. La semana pasada tuvo que renunciar a una de las ilusiones de su vida: visitar Disneylandia antes de morir. La organización caritativa Caudwell Children se había ofrecido a pagarle el viaje a Florida (Estados Unidos), pero a última hora tuvo que ser cancelado porque ninguna compañía aseguradora ha querido extenderle un seguro médico dado su precario estado de salud.
El secretismo anida siempre en el corazón del poder
jueves, 13 de noviembre de 2008
Alejandro Navas
Diario de Navarra
El pasado 30 de octubre comenzó sus trabajos la subcomisión parlamentaria que va a tratar la reforma de la ley del aborto. Su presidenta, Carmen Calvo, ha impuesto unas particulares condiciones de trabajo: las sesiones se desarrollarán a puerta cerrada, no se transmitirán por el Canal Parlamentario, no se permitirá la entrada a periodistas y las opiniones de los expertos convocados no se transcribirán en el Diario de Sesiones.
Al enterarme de esos detalles —sólo le faltó añadir que se reunirían de noche y con los rostros cubiertos por pasamontañas— recordé las palabras de Elias Canetti que he tomado como título para este artículo. Tenemos ocasión de comprobar de modo reiterado que no han perdido actualidad. Por desgracia, comportamientos como los de la señora Calvo no constituyen un hecho aislado. En esos mismos días, el Presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, invocaba “motivos de seguridad” para evitar dar información sobre el coste de la reforma de su despacho (más de dos millones de euros) o el desembolso ocasionado por la adquisición y blindaje de varios coches oficiales (unos 480.000 euros). Pero la opacidad no es patrimonio exclusivo de los políticos. En una rueda de prensa celebrada en esas fechas, el consejero delegado del Banco de Santander afirmaba que su banco no es partidario de que se conozca el nombre de las entidades que se beneficien de las multimillonarias ayudas ofrecidas por el Gobierno para aumentar la liquidez del sistema financiero. En su opinión, dar publicidad a ese dato “tendría un efecto reputacional negativo sobre ellas”. Uno no sabe qué admirar más, la desfachatez o el cinismo.
¿Qué circunstancias llevan a los que mandan a evitar la publicidad y actuar en la sombra? Me parece que no hay más que dos posibles explicaciones: o no tienen argumentos para justificar su postura o buscan en el fondo un objetivo inconfesable. En cualquiera de los dos supuestos les conviene trabajar de espaldas al público, incluso en secreto. Sin embargo, la transparencia en la gestión de los asuntos que afectan a todos constituye una exigencia básica para la democracia auténtica, aunque resulte tan difícil de alcanzar en la práctica. Se trata de un logro sumamente improbable, pero al que no podemos renunciar. Incluso en las democracias más maduras y asentadas observamos continuos retrocesos en la libertad de expresión o en la disposición del gobierno para someterse al escrutinio público. No debemos cansarnos de iluminar aun los rincones más apartados del escenario público, pues la experiencia indica una y otra vez que las peores crisis no se arreglan a escondidas, sino a plena luz del día. Cuanta más transparencia, más democracia. La libertad de expresión es una planta frágil, que florece en condiciones bien especiales y que se encuentra permanentemente amenazada. Nunca podemos considerarla definitivamente asentada y es tarea de todos velar por su supervivencia. La clase política falla en ocasiones, pero el remedio no está en saltarse las reglas y dejar que unos pocos decidan en secreto y sin control, sino en extremar las cautelas para asegurar la transparencia en los procesos de decisión.
El destino de los fetos en el seno materno o el de esos miles de millones que van a salir de los bolsillos de todos no son asuntos baladíes, sobre los que se deba decidir en la clandestinidad. ¿No nos merecemos una explicación por parte de los señores del gobierno y de la banca? ¿Por qué esa tendencia a considerar a los ciudadanos como niños que no han llegado todavía al uso de razón?
Alejandro Navas
Diario de Navarra
El pasado 30 de octubre comenzó sus trabajos la subcomisión parlamentaria que va a tratar la reforma de la ley del aborto. Su presidenta, Carmen Calvo, ha impuesto unas particulares condiciones de trabajo: las sesiones se desarrollarán a puerta cerrada, no se transmitirán por el Canal Parlamentario, no se permitirá la entrada a periodistas y las opiniones de los expertos convocados no se transcribirán en el Diario de Sesiones.
Al enterarme de esos detalles —sólo le faltó añadir que se reunirían de noche y con los rostros cubiertos por pasamontañas— recordé las palabras de Elias Canetti que he tomado como título para este artículo. Tenemos ocasión de comprobar de modo reiterado que no han perdido actualidad. Por desgracia, comportamientos como los de la señora Calvo no constituyen un hecho aislado. En esos mismos días, el Presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, invocaba “motivos de seguridad” para evitar dar información sobre el coste de la reforma de su despacho (más de dos millones de euros) o el desembolso ocasionado por la adquisición y blindaje de varios coches oficiales (unos 480.000 euros). Pero la opacidad no es patrimonio exclusivo de los políticos. En una rueda de prensa celebrada en esas fechas, el consejero delegado del Banco de Santander afirmaba que su banco no es partidario de que se conozca el nombre de las entidades que se beneficien de las multimillonarias ayudas ofrecidas por el Gobierno para aumentar la liquidez del sistema financiero. En su opinión, dar publicidad a ese dato “tendría un efecto reputacional negativo sobre ellas”. Uno no sabe qué admirar más, la desfachatez o el cinismo.
¿Qué circunstancias llevan a los que mandan a evitar la publicidad y actuar en la sombra? Me parece que no hay más que dos posibles explicaciones: o no tienen argumentos para justificar su postura o buscan en el fondo un objetivo inconfesable. En cualquiera de los dos supuestos les conviene trabajar de espaldas al público, incluso en secreto. Sin embargo, la transparencia en la gestión de los asuntos que afectan a todos constituye una exigencia básica para la democracia auténtica, aunque resulte tan difícil de alcanzar en la práctica. Se trata de un logro sumamente improbable, pero al que no podemos renunciar. Incluso en las democracias más maduras y asentadas observamos continuos retrocesos en la libertad de expresión o en la disposición del gobierno para someterse al escrutinio público. No debemos cansarnos de iluminar aun los rincones más apartados del escenario público, pues la experiencia indica una y otra vez que las peores crisis no se arreglan a escondidas, sino a plena luz del día. Cuanta más transparencia, más democracia. La libertad de expresión es una planta frágil, que florece en condiciones bien especiales y que se encuentra permanentemente amenazada. Nunca podemos considerarla definitivamente asentada y es tarea de todos velar por su supervivencia. La clase política falla en ocasiones, pero el remedio no está en saltarse las reglas y dejar que unos pocos decidan en secreto y sin control, sino en extremar las cautelas para asegurar la transparencia en los procesos de decisión.
El destino de los fetos en el seno materno o el de esos miles de millones que van a salir de los bolsillos de todos no son asuntos baladíes, sobre los que se deba decidir en la clandestinidad. ¿No nos merecemos una explicación por parte de los señores del gobierno y de la banca? ¿Por qué esa tendencia a considerar a los ciudadanos como niños que no han llegado todavía al uso de razón?
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miércoles, 12 de noviembre de 2008
Abortar a un feto con taras es trato desigual por motivos de discapacidad, denuncia el CERMI
(Artículo publicado en Forumlibertas 12/11/2008)
Una Convención de la ONU ratificada por España no admite el actual supuesto de aborto eugenésico
La Convención de la ONU sobre derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España, no admite una legislación en materia de interrupción del embarazo como la actualmente vigente en el país, que despenaliza el aborto en el supuesto de discapacidad del feto (graves taras físicas o psíquicas"), por constituir un trato desigual por motivos de discapacidad.
Lo ha denunciado el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), que quiere aprovechar el debate actual sobre el aborto en España y ha pedido comparecer ante la Subcomisión del Congreso de los Diputados que está estudiando la reforma de la ley sobre el aborto, para explicar los efectos de esa Convención y defender un trato igual de favorable para todos los fetos, tengan o no discapacidad.
Los principios de esa Convención de la ONU son contrarios a la aceptación del aborto eugenésico, que se practica para evitar el nacimiento de una persona con discapacidad y que está provocando, por ejemplo, un descenso considerable de personas con el Síndrome de Down (véase Editorial de ForumLibertas de hoy).
La Convención de la ONU considera discriminatorias esas prácticas, ya que parten de la presunción de que la vida de una persona con discapacidad es inferior en valor a la de una persona sin discapacidad.
Pero, tal y como argumenta el filósofo contemporáneo Alasdair MacIntyre, la vida de las personas con discapacidad tiene la misma dignidad que la del resto de las personas que, destaca el experto, también en algún momento de su vida son dependientes.
En su libro "Animales racionales y dependientes" (Paidós Ibérica), MacIntyre plantea la cuestión de los dependientes desde el punto de vista de la filosofía moral y desenmascara la mentira oculta en la visión que tiene la sociedad de los dependientes.
Para MacIntyre, el ser humano es vulnerable y, a menudo, debe su supervivencia a los demás; la dependencia de otras personas resulta evidente durante la primera infancia y la vejez, y además la vida de las personas se halla en ocasiones caracterizada, entre esas dos etapas, por lesiones o enfermedades que en algunos casos pueden producir la discapacitación total.
El filósofo denuncia que, a lo largo de su historia, la filosofía de la moral en Occidente no ha prestado la suficiente atención a la vulnerabilidad y dependencia del ser humano; se ha contemplado a los principales agentes morales como sujetos racionales y saludables y se ha pensado en los discapacitados como "ellos" en lugar de como "nosotros".
También defiende que la sociedad se estructure a partir de las necesidades de los dependientes y las capacidades o aportaciones de los ‘autónomos’.
El Periódico adoctrina a partir de las intervenciones en la Subcomisión
Por otra parte, la Subcomisión parlamentaria ha empezado esta semana a escuchar a los primeros expertos, el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco; la presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto y la representante de la Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas, Justa Montero.
Soleto y Montero han pedido un cambio en la actual legislación sobre el aborto para mejorar la seguridad jurídica de las mujeres que abortan y de los profesionales sanitarios que las atienden, tanto en clínicas privadas como en hospitales públicos.
Por su parte, Blanco ha pedido a la Subcomisión que analice la documentación científica sobre el "síndrome post-aborto" y al gobierno, que luche contra el aborto, y ofrezca medidas de apoyo a la mujer, que a veces sufre el aborto como una forma de "violencia de género".
Las primeras intervenciones de expertos en la Subcomisión han recibido un trato poco objetivo por parte de algunos medios de comunicación. El diario El Periódico, próximo al gobierno, ha acusado a Benigno Blanco de hablar en el Congreso "con su habitual demagogia", porque pidió al gobierno que haga pedagogía pública y luche contra el aborto como se hace contra el tabaco, los accidente de tráfico y la violencia doméstica.
También le ha colocado en su sección "nombres propios" con una flecha descendente, que indica que baja de nivel, junto al comentario: "es inapropiado para el "debate sereno" que reclama el PP que Blanco afirme que la nueva ley comportará más violencia machista hacia la mujer para que aborte.
Algunos analistas se preguntan por qué resulta inapropiado y consideran más inapropiado que algunos medios de comunicación evoquen a lo irracional en cuestiones como el aborto y traten de adoctrinar en lugar de informar.
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Cardenal Cañizares: La crisis económica esconde una crisis antropológica
BARCELONA, martes, 11 noviembre 2008 (ZENIT.org).- ¿Crisis económica? Detrás de ella se esconde una "profunda crisis humana", sostiene el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y primado de España.
El pasado sábado el purpurado visitó Fundación Balmesiana (www.balmesiana.org) de Barcelona para hablar de la situación de la Iglesia en España y el papel de los laicos. La conferencia estuvo organizada por la asociación E-cristians y fue un momento de reflexión sobre las causas de la crisis que acecha las economías mundiales, así como sobre la noción de persona.
El cardenal empezó describiendo la profunda crisis humana que se esconde tras la actual crisis económica.
Esta carencia antropológica, consideró, ha sido causada "por la construcción de nuestras vidas al margen de Dios, por el relativismo moral, por el laicismo radical y por una ideología de género insidiosa que conlleva la destrucción de la verdad del hombre".
La ausencia de Dios, según el primado, es la clave de lo que sucede: "Todo el esfuerzo del hombre sin Dios conduce a un callejón sin salida", afirmó.
Cañizares recordó entonces que el centro y futuro de la Iglesia está en la eucaristía y en la adoración de Jesucristo, y que la Iglesia no existe para sí misma sino porque es de Dios y para Dios.
El purpurado añadió: "Dios está presente en el sufrimiento y da soluciones porque vive de este sufrimiento, lo padece y nos puede liberar". Por eso invitó a los presentes a la oración y a la adoración.
Finalmente, el cardenal pidió nuevas generaciones de cristianos para que el mundo se despierte con la Luz de Cristo y propuso un nuevo reto para la Iglesia: "impulsar una pastoral misionera para hacer una Iglesia evangelizada y evangelizadora".
Por Carmen de la Llave Mira
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Fundamentalismo democrático
martes, 04 de noviembre de 2008
Ignacio Sánchez Cámara
Gaceta de los Negocios
Si cabe una democracia totalitaria, también es posible un fundamentalismo democrático. Una de las anomalías de nuestro tiempo es la pretensión de que el creyente, especialmente si es cristiano, y, más aún, si es católico, no puede ser un ciudadano democrático, y debe ser excluido de la vida pública, a menos que renuncie en ella a sus creencias religiosas.
Es la consecuencia de un equivocado entendimiento de las exigencias de la secularización y de la separación entre Iglesia y Estado. Probablemente se trate de algo peor. El principio democrático que atribuye a cada ciudadano un voto no queda condicionado por la forma en que se haya decidido ese voto.
En una sociedad democrática, no se le pregunta a cada ciudadano sobre la procedencia, religiosa o no, de sus principios, convicciones y valores. Basta con que exponga su posición y razones, sin imponerlas. El problema es que la falacia del laicismo militante pretende que toda creencia religiosa entraña la asunción del fundamentalismo. En realidad, el fundamentalista es él.
Quizá convenga precisar algo el término. El fundamentalismo consiste, al menos en su sentido más genuino, en la pretensión de convertir una determinada revelación religiosa, un texto sagrado, en Derecho. Las leyes jurídicas vendrían así a contenerse en el texto sagrado o en la interpretación dominante de él. Pero cuando un hombre religioso participa en la vida pública democrática, al menos en España y en las sociedades occidentales, no pretende nada de eso. Se limita a expresar su posición y convicciones. Igual que los agnósticos o ateos. El fundamentalismo religioso considera que el texto sagrado es el texto legal (en sentido jurídico). Cabría entonces hablar también de un fundamentalismo democrático que pretende lo contrario, es decir, convertir el texto jurídico en verdad sagrada y el Derecho en Moral.
En realidad, estamos ente una interesada y antidemocrática estrategia de exclusión del adversario. La prueba está en que no se le reprocha nada al creyente cuando coincide con la opinión progresista dominante, pero sí cuando se aparta de ella. Un ejemplo. Cuando un creyente se opone a la legalización del aborto o la eutanasia, no exhibe sus creencias religiosas particulares ni pretende imponerlas a los demás; simplemente, extrae las consecuencias lógicas del precepto: “no matarás”. Y apela a argumentos y razones, y no a su fe religiosa.
La prueba es que muchos agnósticos pueden compartir y de hecho comparten esa posición. Su actitud en esto es semejante a la de los demás ciudadanos, a quienes no se les interroga acerca del origen de sus seculares y laicas convicciones. En definitiva, la creencia religiosa sólo excluye de la práctica democrática a quien la posee si renuncia a apelar a argumentos y razones o trata de imponerla por la fuerza. La pretensión de convertir al creyente, especialmente al cristiano, en un apestado democrático es un atentado contra la democracia y contra la verdad histórica.
En conclusión, si el fundamentalismo religioso aspira a convertir una moral derivada de la fe en Derecho, el fundamentalismo seudodemocrático pretende convertir la ley democrática en moral absoluta. Son dos caras del mismo mal.
La diferencia estriba en que mientras el primer riesgo es prácticamente inexistente en las religiones cristianas, el segundo es muy frecuente entre los fundamentalistas ateos. El fundamentalismo se combate con una distinción nítida, que no separación, entre el Derecho y la Moral. Mientras que la Moral es, ante todo, asunto de la conciencia personal y está orientada al perfeccionamiento del hombre, el Derecho persigue fines sociales y, concretamente, la búsqueda de la justicia y de la paz social.
Pero cuando el Derecho aspira a suplantar a la Moral, abandona la democracia y se adentra en el ámbito del fundamentalismo. Una cosa es que, en una democracia, el Estado no asuma ninguna confesión religiosa, y otra muy distinta y antidemocrática, que la democracia se fundamente en el agnosticismo.
Ignacio Sánchez Cámara es catedrático de Filosofía del Derecho.
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